QUITO, Pichincha
La Comisión de Seguridad Integral recibió en su mesa de trabajo a delegados de varias instituciones del Estado competentes en materia de inteligencia, con la finalidad de recoger sus observaciones al proyecto de ley orgánica de esta materia que analiza la comisión.
Santiago Proaño, director nacional de Inteligencia de la Policía Nacional, observó la necesidad de que el proyecto incluya definiciones sobre cuatro niveles de inteligencia: prospectiva, estratégica, operacional y táctica, con la finalidad de abarcar todo el campo operacional de la misma que permita tomar decisiones que permitan anticipar amenazas y riesgos a la seguridad del Estado.
Información de seguridad
Además, indicó que debe establecerse la obligatoriedad de que las entidades de apoyo al Sistema Nacional de Inteligencia (SNI), como la Fiscalía, el INEC, el Servicio Integrado de Seguridad, entre otras, entreguen la información necesaria en un plazo máximo de 48 horas, a fin de que el SNI pueda detectar, neutralizar y contrarrestar las amenazas a la soberanía nacional.
Proaño, durante la reunión, solicitó integrar al articulado propuesto varias inhabilidades para ingresar en el SNI: tener sanciones administrativas por organismos de control del Estado; haber sido previamente separado de las Fuerzas Armadas o Policía nacional, sentenciado por cometimiento de delitos, entre otros.
De su lado, Daniela Miño y Alejandro Aulestia, delegados del Centro de Inteligencia (CIES), presentaron varias propuestas que modifican, tanto en el fondo como en forma, a los 25 artículos del proyecto analizado.
Entre ellas, incluir definiciones con las que el CIES ya trabaja, como fuentes abiertas y cerradas, documentos de acceso público y clasificados, entre otros, con la finalidad de armonizar la ley con su normativa interna.
Ambos delegados resaltaron la importancia de detallar entre las atribuciones y funciones del ente rector de la inteligencia, la adquisición de equipos, tecnología, bienes y servicios para la ejecución de operaciones de inteligencia, contrainteligencia y ciberinteligencia, así como la coordinación con sistemas de inteligencia de otros países para el intercambio oportuno de información. (I)