GUAYAQUIL, Guayas
El 9 de octubre de 1820 la provincia de Guayaquil inició su proceso emancipador del Imperio español, impulsando el comienzo de la guerra de independencia de la Real Audiencia de Quito.
Este evento histórico fue precursor de la independencia de la República del Ecuador y se enmarcó en el contexto de las guerras libertarias de Hispanoamérica, lideradas por los criollos.
La ciudad de Guayaquil, en aquella época, era un puerto estratégico que contaba con una reserva superior a 1.500 hombres, los cuales, en su mayoría, eran nativos de la provincia y simpatizaban con la causa independentista.
Cuando el mayor Miguel de Letamendi y los capitanes Luis de Urdaneta y León de Febres Cordero, oficiales degradados del batallón “Numancia” por sus tendencias antirrealistas, arribaron al puerto, entraron en contacto con pobladores que compartían sus ideas.
Plan conjunto
Fue así como el 8 de octubre de 1820 luego de haber estructurado un plan conjunto, los revolucionarios, tanto oficiales como nativos, decidieron que en la madrugada del día siguiente tomarían los cuarteles de la ciudad.
En Guayaquil casi no existió oposición a esta revolución, a excepción del batallón “Daule”. Como resultado de ello, el 9 de octubre se proclamó la Independencia de Guayaquil y se organizó una Junta de Guerra presidida por Luis de Urdaneta, donde se nombró a José Joaquín de Olmedo como jefe político y al teniente Gregorio Escobedo como comandante militar.
Desde entonces, año a año, se conmemora esta fecha con actividades culturales y musicales, así como, desfiles, eventos religiosos y demás exposiciones que reúnen a la comunidad bajo un sentir de pertenencia y orgullo.
Viva la Patria
El 9 de octubre de 1820 y a la voz de “Viva la Patria”, ocultos entre soportales y protegidos por las sombras, uno a uno los comprometidos llegaron al Cuartel de los Granaderos y luego de ponerse de acuerdo y asignar sus responsabilidades, cada uno partió a cumplir con su destino frente a la historia.
En la mañana de ese glorioso día, cuando brilló “La Aurora Gloriosa” y los primeros rayos de sol iluminaron la ciudad, Guayaquil y toda la provincia ya eran libres, para siempre, del dominio español.
Al amanecer, los ciudadanos de toda la ciudad ya estaban celebrando el triunfo de esta revolución local. Su operación fue tan efectiva que la Independencia de Guayaquil se firmó ese mismo día.
Dos años después, en julio de 1822, llegaron a Guayaquil los famosos “libertadores” encargados de encabezar los movimientos independentistas en los Virreinatos: Simón Bolívar en Nueva Granada y José de San Martín en La Plata. Fue aquí donde tomaron la histórica decisión de anexar Guayaquil a la Gran Colombia.
En honor a esto, se construyó el monumento La Rotonda. En la actualidad se exhibe en el malecón Simón Bolívar (a veces denominado Malecón 2000) y representa a ambos libertadores dándose la mano.
Tradición oral
Según cuenta la tradición oral de sus habitantes fue Francisco de Orellana quien fundó la ciudad bajo el nombre de la “Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de Guayaquil”.
En la actualidad, la urbe es conocida como “la Perla del Pacífico”, es la ciudad más grande de la República del Ecuador y se destaca por su belleza natural, arquitectónica, gastronómica y cultural.
Esta urbe alberga cerca de 3 millones de habitantes y conserva una historia vital para los pueblos de la región Andina. (I)