LIMA, Perú
El miércoles 23 de octubre de 2024, Perú se aproxima un paro nacional que fue convocado por una amplia variedad de gremios, incluidos los transportistas, en respuesta a la alarmante ola de criminalidad que afectó a distintos sectores empresariales.
Esta movilización busca hacer sentir el descontento de la ciudadanía y exigir al Gobierno medidas concretas para combatir la inseguridad.
El fenómeno de la inseguridad en Perú es complejo y multifacético, como señala el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). La creciente preocupación por extorsiones y actos de sicariato generó una ola de movilizaciones, siendo la del 23 de octubre 2024, una de las más significativas.
Gremios de transportistas sufrieron ataques violentos, se unirán a otras organizaciones sociales y empresariales para exigir un cambio urgente en la política de seguridad.
De acuerdo a la Coordinadora Nacional de Lucha Multisectorial, más de 200 asociaciones compartieron su participación en el paro. Entre los grupos involucrados se encuentran estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), mototaxistas, taxistas, bodegueros y diversas organizaciones de mercados y asentamientos humanos.
La manifestación iniciará en la Plaza Dos de Mayo, desde la medianoche, y se espera que a las 10 de la mañana los participantes se dirijan hacia el Congreso de la República, buscando ser atendidos por las autoridades, según indica El Comercio de Lima.
Exigencias de los participantes
Las demandas de los gremios son claras y urgentes. Se solicita un aumento en la presencia de la Policía Nacional del Perú en los puntos críticos, así como un mejoramiento de la seguridad en comercios, universidades y otros espacios públicos.
También se exige mayor severidad en las penas para los delincuentes, especialmente sicarios y extorsionadores, y la derogatoria de leyes que se consideran inadecuadas para combatir el crimen organizado.
La movilización del 23 de octubre es, sin duda, un llamado a la acción por parte de un sector de la población que se siente desprotegido. Buscan medidas concretas para frenar la ola de criminalidad que afecta a sus comunidades y a su actividad laboral.
La participación de una variedad de gremios muestra el grado de insatisfacción que existe y la necesidad de respuestas inmediatas por parte del Gobierno. Con esta jornada de protesta, los ciudadanos buscan no solo visibilizar su problemática, sino también presionar por un cambio en las políticas de seguridad que aseguren un entorno más seguro para todos.
La unión de los distintos gremios podría marcar un hito en la lucha contra la criminalidad en Perú, reforzando el llamado a la acción que resonó en los últimos meses. (I)
