QUITO, Pichincha
El pasado 6 de noviembre de 2024, Jerson Smith C.A. recibió una condena de 40 días de prisión por intentar provocar un incendio forestal en el sector de El Inca, Quito, el 25 de septiembre de 2024. El juicio, realizado bajo un procedimiento abreviado, permitió que el acusado aceptara su responsabilidad en el delito de «incendio forestal en grado de tentativa».
Según la Fiscalía, la pena fue reducida debido a que el delito no se consumó y se trató de un intento. El incidente ocurrió cuando el procesado prendió fuego a unas ramas secas en la avenida Eloy Alfaro y De las Palmeras. Sin embargo, un transeúnte logró extinguir las llamas con un extintor, evitando que el fuego se propagara.
Aunque no se causaron daños a los árboles, la Justicia determinó que el hecho merecía una sanción, respaldada por los informes de Criminalística y la Secretaría de Medioambiente del Municipio de Quito.
Además de la condena, Jerson Smith deberá pagar una reparación integral de USD 84 para cubrir los costos del Cuerpo de Bomberos que atendió el incidente.
Este fallo se dio un día después de que Dylan Alberto A. fuera sentenciado a ocho meses de prisión por provocar otro incendio forestal en Guápulo, que causó una emergencia en la ciudad. Su pena se atenuó debido a su colaboración con la investigación y su intento de sofocar las llamas.
En un país donde los incendios forestales representan una amenaza constante al medio ambiente, ¿Qué tan lejos irá la justicia para garantizar que quienes ponen en peligro nuestros recursos naturales enfrenten las consecuencias de sus actos? ¿Es suficiente la pena penal o debería considerarse procesar estos crímenes como terrorismo ambiental, tal como se ha propuesto en Ecuador, para frenar esta creciente amenaza? (I)