BOGOTÁ, Colombia
El canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, reveló que el régimen de Nicolás Maduro habría condicionado la entrega de salvoconductos para seis opositores venezolanos refugiados en la embajada argentina en Caracas, solicitando beneficios similares para el exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, condenado por corrupción.
Durante su intervención en la clausura de la «Cumbre de Pueblos Afrodescendientes del Caribe Occidental», celebrada en San Andrés, Murillo destacó las gestiones diplomáticas que Colombia ha liderado en este complejo caso. Según explicó, el gobierno de Gustavo Petro ha mantenido diálogos tanto con el Ejecutivo venezolano como con la oposición para buscar una solución, reiterando la postura de Colombia en defensa de los principios del derecho internacional.
Murillo enfatizó que «desde marzo de 2024, tanto Brasil como Colombia han ofrecido garantizar la protección de la sede diplomática y brindar amparo a los asilados políticos», rechazando las críticas que acusan de inacción a su gestión.
Además, el canciller confirmó que viajó a Brasil por instrucción directa del presidente Petro para abordar este asunto, logrando acuerdos con el régimen venezolano para permitir los salvoconductos. Sin embargo, indicó que Maduro solicitó como condición que Argentina liberara a un aliado cercano al chavismo y que Ecuador otorgara un salvoconducto a Jorge Glas.
El exvicepresidente Glas, figura clave del gobierno de Rafael Correa (2007-2017), fue arrestado en la Embajada de México en Quito tras recibir asilo diplomático, generando tensiones diplomáticas entre Ecuador y México. Actualmente, Glas cumple varias condenas por casos de corrupción en su país.
Críticas por la postura de Colombia
El expresidente colombiano Juan Manuel Santos criticó duramente el silencio del Gobierno frente a la situación de los asilados en Caracas, calificando la posición de Murillo como «ambivalente» y costosa en términos diplomáticos. Santos subrayó la necesidad de una postura más firme frente al régimen de Maduro.
Aunque Gustavo Petro mantiene una relación cercana con Nicolás Maduro, las recientes elecciones presidenciales venezolanas han evidenciado divergencias. Petro cuestionó la inhabilitación de la líder opositora María Corina Machado, decisión que considera antidemocrática. Además, reiteró que no reconocerá el triunfo de Maduro hasta que se publiquen las actas electorales.
La negociación de salvoconductos para opositores venezolanos plantea dudas sobre la verdadera autonomía de las decisiones diplomáticas y sobre la ética de condicionar libertades por intereses políticos. ¿Debe primar el pragmatismo en la diplomacia o los principios inalienables del derecho internacional? (I)