GUAYAQUIL, Guayas
Galo Litardo García, capitán de Corbeta de la Armada del Ecuador, figura como el nexo entre la corrupción en la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) y una red de narcotráfico internacional. Durante la crisis sanitaria de 2020, Litardo fue condecorado por la Alcaldía de Guayaquil por su labor en la pandemia, pero simultáneamente ofrecía insumos médicos de forma irregular a CNEL.
La Fiscalía lo acusa de financiar una fianza fraudulenta para un contrato de emergencia con la empresa LifePharma, lo que facilitó un negocio por USD 470.881 con sobreprecio y firmas falsificadas. Litardo, además, entregó personalmente los insumos médicos a las bodegas de CNEL en Durán y recibió más de USD 108.000, el mayor ingreso bancario registrado en su historial.
A pesar de estas acusaciones, Litardo esquivó la prisión preventiva en 2022 y continuó activo en la Armada hasta noviembre de 2024, cuando fue detenido en el caso Gibraltar, relacionado con tráfico de drogas hacia Europa. Aunque la jueza Karol Zambrano dictó prisión preventiva para otros implicados, Litardo sigue libre bajo presentación periódica.
El caso Gibraltar destapó una red que incluía a un excoronel de la Policía y un narcotraficante de alto perfil con nexos en España. La Armada del Ecuador aseguró su «cero tolerancia» hacia actos ilegales y anunció medidas disciplinarias contra el oficial.
En el ámbito judicial, el caso por peculado contra Litardo enfrenta dilaciones constantes. Aunque un tribunal corrigió un sobreseimiento inicial y lo llamó a juicio, la audiencia ha sido pospuesta repetidamente desde 2023.
¿Será Galo Litardo finalmente juzgado, o el sistema permitirá que continúe evadiendo responsabilidades, incluso con acusaciones tan graves como corrupción y narcotráfico? (I)