QUITO, Pichincha
La economía ecuatoriana registró una contracción del 2% durante 2024, lo que confirma que el país entró en recesión, informó el lunes el Banco Central del Ecuador (BCE). La última vez que Ecuador enfrentó una caída de este tipo fue en 2020, durante el impacto global de la pandemia de Covid-19.
El informe detalla que la recesión se produjo por una combinación de factores internos y externos, entre ellos: la crisis energética, la reducción de la inversión pública y privada, la incertidumbre política preelectoral, y el cierre paulatino de pozos petroleros en el Bloque 43-ITT.
Según el BCE, el consumo de los hogares cayó en 1,3%, mientras que el gasto del Gobierno se redujo en 1,2%. Además, la formación bruta de capital fijo (FBKF) —indicador clave de inversión— descendió un 3,8%.
Pese a este panorama adverso, las exportaciones crecieron un 1,8%, ayudando a contener una mayor contracción del Producto Interno Bruto (PIB). Por su parte, las importaciones también aumentaron un 1,7%.
El gerente general del BCE, Guillermo Avellán, explicó que los apagones eléctricos provocaron pérdidas económicas de USD 1.916 millones, lo que representó un impacto directo del -1,4% sobre el PIB. Los sectores más afectados fueron comercio, manufactura y servicios.
El BCE también revisó al alza su previsión de crecimiento para 2025, ajustándola de 2,5% a 2,8%, respaldado en una eventual recuperación del consumo, mayores exportaciones no petroleras y un repunte de la inversión pública y privada.
En 2024, la inversión extranjera directa fue la más baja en los últimos 14 años, lo que refleja el clima de desconfianza que marcó la agenda económica del país.
Las autoridades económicas instan a tomar medidas que promuevan la estabilidad política y energética para garantizar una reactivación sostenida a partir del segundo semestre de 2025. (I)
