
WASHINGTON D.C., Estados Unidos
La ministra de Economía y Finanzas de Ecuador, Sariha Moya, cumplió una intensa agenda en Washington, donde sostuvo reuniones clave con autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, en el marco de las Reuniones de Primavera de 2025.
El sábado 26 de abril, Moya dialogó directamente con Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, quien reafirmó el compromiso del organismo para respaldar las reformas estructurales impulsadas por el gobierno de Daniel Noboa. Ecuador, que actualmente mantiene una deuda de USD 8.705 millones con el Fondo —la cuarta más alta a nivel mundial—, espera concretar un tercer desembolso dentro del programa de crédito vigente desde 2024.
“Mantenemos nuestro compromiso de apoyar a Ecuador en su ambicioso proceso de reformas bajo el Mecanismo Ampliado del Fondo (SAF)”, señaló Georgieva a través de su cuenta oficial en X.
Administración de Noboa
La ministra Moya agradeció el respaldo financiero y reiteró que la administración de Noboa continuará implementando medidas para fortalecer la sostenibilidad fiscal, expandir la protección social y reactivar el crecimiento económico. Ecuador enfrenta actualmente una recuperación frágil: en 2024 su Producto Interno Bruto cayó 2%, mientras que para 2025 el FMI proyecta apenas un crecimiento de 1,7%, frente al 2,8% que estima el Banco Central del Ecuador (BCE).
Durante su estadía en Washington, Moya también se reunió con Gita Gopinath, subdirectora del FMI, quien reconoció el “sólido progreso” de Ecuador en la ejecución de su programa económico respaldado por la Facilidad Extendida de Financiamiento (EFF), herramienta diseñada para ofrecer préstamos a largo plazo a cambio de reformas profundas.
Además, la ministra mantuvo un diálogo con Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, con quien analizó nuevos mecanismos de cooperación para financiar proyectos de infraestructura social y desarrollo productivo en Ecuador.
El contexto económico actual presenta retos significativos para el país. El FMI ha recomendado a Quito avanzar en la reducción gradual de subsidios a los combustibles fósiles, que representan más del 1,5% del PIB ecuatoriano, como una medida necesaria para aliviar el déficit fiscal. Asimismo, advirtió sobre el impacto de las tensiones comerciales globales, exacerbadas por nuevas barreras arancelarias impulsadas desde Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump.
El equipo económico ecuatoriano apuesta por consolidar la confianza internacional a través de una política fiscal disciplinada, apertura comercial y reformas orientadas a impulsar la inversión privada y el crecimiento sostenible. (I)
