GUAYAQUIL, Guayas
Cuatro de los 16 militares de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) procesados por la desaparición forzada de cuatro menores en Guayaquil entregaron nuevas versiones que comprometen directamente al subteniente John Henrry Z. E. Según sus testimonios, el oficial lideró las agresiones y ordenó abandonar a las víctimas en una zona rural de Taura, cantón Naranjal, la noche del 8 de diciembre de 2024.
Estas declaraciones se entregaron entre el 27 y el 28 de abril de 2025, durante una segunda reconstrucción de los hechos dirigida por Fiscalía. Los testigos acogidos a la figura de cooperación eficaz también señalaron a un sargento, un cabo y un soldado como autores de violentos abusos contra los niños: Steven Medina (11 años), Josué Arroyo (14), Saúl Arboleda e Ismael Arroyo (ambos de 15 años).
Agresiones y traslado premeditado
Uno de los soldados relató que, tras la detención de los menores por una supuesta alerta de robo en el sector Las Malvinas, sugirió dejarlos en Guayaquil. Sin embargo, el subteniente respondió: “Tranquilo, yo tengo una hueca”. Esa expresión levantó sospechas entre los soldados, aludiendo a un sitio planificado con anterioridad para dejarlos.
En lugar de trasladarlos a una unidad policial, como lo exige el procedimiento legal, los militares condujeron a los adolescentes hasta un camino rural sin asfaltar, a dos kilómetros al este de la cabecera parroquial de Taura. Ahí, según los testimonios, el subteniente ordenó que los menores se desnudaran, disparó cerca del niño de 11 años y le dio correazos.
Otros relatos lo ubican pisando a las víctimas mientras las grababa con el flash de su celular. En paralelo, un cabo lanzó a dos de los jóvenes desde el balde de la camioneta y luego los golpeó. Un sargento también figura entre los agresores directos, especialmente contra uno de los chicos que se resistía a desvestirse.
Evidencias halladas en Taura
Durante la reconstrucción, dos soldados indicaron el sitio exacto donde abandonaron a los menores. Allí, peritos hallaron prendas como una pantaloneta azul y restos de una chompa parcialmente quemada y en estado de descomposición, que serán analizadas para su identificación. Además, Criminalística buscó restos del proyectil disparado, aunque sin resultados en el lugar.
La Fiscalía también solicitó extraer la información del celular de un familiar de uno de los acusados, donde presuntamente se encuentra el video que grabó el subteniente mientras pisaba a los menores.
Contradicciones y vigilancia omitida
Inicialmente, los militares dijeron que pretendían llevar a los adolescentes a la parroquia Virgen de Fátima, en Yaguachi, a más de 40 kilómetros de Guayaquil. También alegaron que un supuesto disturbio en la vía a Taura motivó el desvío. Sin embargo, las nuevas versiones contradicen esta coartada y apuntan a una planificación previa.
Abraham Aguirre, abogado de las familias, confirmó que cámaras de seguridad captaron imágenes clave en el peaje de la vía Durán-Tambo, donde también habrían ocurrido agresiones. Esas grabaciones se revisarán en audiencia reservada.
La instrucción fiscal concluye este miércoles 30 de abril de 2025. Tras ese cierre, la Fiscalía solicitará que se convoque a audiencia preparatoria de juicio por desaparición forzada, delito que podría derivar en penas de hasta 26 años de prisión. (I)