Buenos Aires, Argentina
El partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Club Atlético Independiente (Argentina) y Universidad de Chile comenzó a las 21:30 horas en el Estadio Libertadores de América, pero la previa estuvo marcada por incidentes graves de seguridad.
Una hora antes del inicio, la tribuna visitante lucía colmada de hinchas chilenos sin presencia policial ni controles visibles, generando preocupación entre los asistentes. Minutos antes del pitazo inicial, el ambiente se tornó tenso: ambas parcialidades entonaron cánticos a todo volumen y se registraron provocaciones mutuas desde las gradas.
El partido arrancó sin novedades dentro del campo, pero fuera del terreno la situación se agravó. Integrantes de la barra brava de Universidad de Chile publicaron en redes sociales imágenes exhibiendo armas blancas dentro del estadio, lo que desató alarma en los organismos de seguridad y en la prensa deportiva.
Hasta el cierre de esta edición, la Conmebol no se ha pronunciado oficialmente sobre los hechos, mientras que fuentes cercanas al operativo admitieron que hubo fallas en los anillos de control que permitieron el ingreso de objetos prohibidos.
Este episodio se suma a la lista de incidentes violentos que afectan al fútbol sudamericano, poniendo nuevamente en debate la responsabilidad de los clubes, la Conmebol y las autoridades locales en la seguridad de los estadios. (D)
