
DUBLÍN, Irlanda.
Ann-Marie O’Gorman, de 46 años, murió electrocutada mientras utilizaba su teléfono móvil conectado a un cargador dentro del baño de su vivienda en Santry, Dublín. El hecho ocurrió el 30 de octubre de 2024, según determinó la investigación oficial.
El esposo de la víctima, Joe O’Gorman, relató que poco antes había salido de casa y conversó con ella por teléfono durante 23 segundos, sin sospechar que se encontraba en peligro. Al regresar, la encontró inconsciente en la bañera, junto al celular y el cargador, y sufrió una descarga menor al intentar moverla antes de llamar a emergencias.
Causa de muerte y advertencias
La autopsia, realizada por la patóloga estatal Heidi Okkers, confirmó que la causa de la muerte fue electrocución, al identificarse quemaduras en pecho, brazo izquierdo y dedos de la mano derecha. El forense Paul Collins explicó que el teléfono probablemente cayó al agua y, al intentar recuperarlo, la corriente pasó por un accesorio metálico, provocando el accidente.
Collins destacó que la intensidad de un cargador común puede resultar letal y advirtió que, de no haber retirado la mano de la bañera, la víctima habría sobrevivido por más tiempo.
Durante la audiencia, el esposo solicitó que se difundan advertencias más visibles sobre los riesgos de cargar dispositivos electrónicos cerca del agua, señalando que accidentes similares han ocurrido en otros países. La investigación concluyó que se trató de una electrocución accidental. (I)