QUITO, Pichincha
El fútbol ecuatoriano enfrenta una grave crisis por presuntas mafias de apuestas ilegales que operan con dinero ilícito, violencia y vínculos con el crimen organizado. Un jugador, que pasó por las Series A y B de la LigaPro, denunció a PRIMICIAS cómo fue reclutado para amañar partidos y asegura que debió salir del país por amenazas de muerte.
El futbolista relató que le ofrecieron hasta USD 5.000 por cometer un penal o dejarse hacer un gol, y que el pago podía llegar a USD 20.000 por partido. Según su testimonio, representantes brasileños en complicidad con dirigentes locales utilizaban contratos y auspicios como fachada para infiltrar a los equipos.
Cuando los jugadores no cumplían con las instrucciones, las mafias empleaban métodos violentos: banderas como señal en las tribunas, visitas a camerinos y, finalmente, hombres armados con fusiles que amenazaban a los jugadores en sus casas. La víctima asegura que los líderes de estas redes, incluyendo un individuo identificado como Colón P., ejercían control a través del miedo y la violencia física.
El futbolista narró que la presión no solo afectaba a los jugadores, sino también a entrenadores y dirigentes. Detalló ataques a las casas de los presidentes de club y amenazas contra familiares para garantizar que los amaños se cumplieran. Denunció que las apuestas se realizaban incluso fuera del país, con conexiones en Tailandia y China, lo que dificulta la detección de estas operaciones.
El jugador, que actualmente se encuentra fuera de Ecuador, advierte que esta situación amenaza la integridad del campeonato, especialmente en la Serie B, y asegura que el fútbol nacional “está dañado” por estas mafias. Afirma que la presión y las amenazas podrían obligar a la LigaPro a tomar medidas extremas, incluso cancelar partidos o torneos si no se controla la actividad ilegal. (I)
