
ESTAMBUL, Turquía
Un operativo judicial impactó al fútbol turco el 10 de noviembre de 2025, cuando un tribunal de Estambul ordenó la prisión preventiva de siete árbitros y del dirigente Murat Özkaya, presidente del Eyüpspor, por su presunta participación en un esquema de apuestas ilegales y manipulación de resultados en la Süper Lig.
La Fiscalía de Estambul detalló que los procesados enfrentan cargos por abuso de funciones y alteración intencional de marcadores. La investigación también intentó extenderse hacia otros 10 árbitros y un periodista, aunque la solicitud no prosperó. Este caso estalló después de que la Federación Turca de Fútbol (TFF) detectó irregularidades que involucraban a funcionarios, árbitros y jugadores.
El proceso judicial arrancó tras la suspensión de 149 árbitros y la renuncia de 45 delegados, todos señalados por participar en apuestas deportivas. Las pesquisas revelaron que 152 oficiales mantenían cuentas activas de apuestas, incluso en partidos que ellos mismos dirigían. Algunos alcanzaron cifras alarmantes: un árbitro registró más de 18.000 apuestas y otros 42 superaron las mil.
La magnitud del escándalo llevó a la detención de entre 18 y 21 involucrados, según la agencia Anadolu. La TFF calificó el episodio como una “crisis moral” que compromete la integridad del deporte en Turquía. Como medida adicional, el organismo remitió a 1.024 jugadores a instancias disciplinarias y confirmó que al menos 371 árbitros participaron en apuestas.
Aunque la Federación aseguró que no ha identificado organizaciones criminales detrás del amaño sistemático, la justicia ordinaria intervino por primera vez para esclarecer responsabilidades. Özkaya, quien ascendió al Eyüpspor desde la tercera división hasta la élite del fútbol turco desde 2019, es investigado por su posible injerencia en resultados durante su gestión. (D)
