
QUITO, Pichincha
La investigación por el asesinato de Fernando Villavicencio volvió a señalar a la estructura criminal de Leandro Norero y Xavier Jordán. El testigo protegido RPHR aseguró que recibió una presunta oferta de USD 300.000 para cambiar su versión dentro del caso Magnicidio FV. Según su testimonio, Paco Junior A. S. debía gestionar el dinero. Su nombre reaparece en el expediente, donde figura como operador de la red que triangulaba bienes para Norero dentro del caso Metástasis.
RPHR, un expolicía que colaboró en seguimientos a Villavicencio, afirmó que Daniel Salcedo lo contactó en 2022 para retomar vigilancias al entonces asambleísta. Ese mismo año, el testigo recuperó su libertad y volvió a comunicarse con el exministro José Serrano, quien supuestamente intervino después en los pedidos de monitoreo.
En julio de 2023, Serrano y Salcedo le solicitaron actualizar los seguimientos. Días antes del crimen, RPHR elaboró un informe de seis páginas que detalló los vehículos, los desplazamientos y el esquema de seguridad de Villavicencio. Envió el documento por Threema directamente a Salcedo.
El 9 de agosto de 2023, sicarios asesinaron a Villavicencio cuando abandonaba un mitin político en el excolegio Anderson, en Quito.
Meses después, en septiembre de 2025, la Fiscalía imputó como presuntos autores intelectuales del asesinato a Xavier Jordán, Daniel Salcedo, José Serrano y Ronny Aleaga, al conectar sus acciones con la estructura criminal revelada en Metástasis.
El testigo protegido aseguró que, tras colaborar con la justicia, recibió una oferta de soborno proveniente de la red. Según su versión, los USD 300.000 servirían para retractarse y disminuir la responsabilidad de los implicados. Paco Junior A. S., identificado como “el contratista” en Metástasis, supuestamente debía entregar y mover los fondos.
La Fiscalía incorporó este testimonio como un nuevo indicio que une el magnicidio con las operaciones financieras y criminales de Norero y su círculo cercano, quienes mantuvieron conversaciones constantes sobre Villavicencio desde 2022, según los chats hallados en los teléfonos del narcotraficante asesinado en la cárcel de Latacunga. (I)
