SAN DIEGO, California
El zoológico de San Diego confirmó el martes 25 de noviembre de 2025, la muerte de Gramma, su tortuga gigante de Galápagos más longeva, tras un severo deterioro en su salud relacionado con su avanzada edad. Los especialistas determinaron que su organismo no respondía a los tratamientos y ordenaron su sacrificio humanitario.
Gramma vivió cerca de 141 años, según estimaciones oficiales. Nació en su hábitat natural en Galápagos, aunque los biólogos no conocen su fecha exacta de nacimiento. Llegó al zoológico entre 1928 y 1931, como parte del primer grupo de tortugas trasladadas desde el Bronx Zoo, en Nueva York.
Durante más de nueve décadas, Gramma se convirtió en un símbolo del parque. Su presencia atravesó dos guerras mundiales, 20 presidencias de Estados Unidos y múltiples generaciones de visitantes. Los cuidadores la describían como “la reina del zoológico” debido a su longevidad y temperamento apacible.
El equipo médico explicó que la tortuga sufría lesiones óseas progresivas y otras afecciones asociadas con la edad, lo que redujo de forma crítica su calidad de vida. Por esa razón, tomaron la decisión de aplicarle eutanasia para evitarle más dolor.
A pesar de su historia, Gramma no posee el récord mundial de longevidad en su especie. Ese título pertenece a Harriet, una tortuga gigante que vivió en Australia, alcanzó los 175 años y murió en 2006.
En un comunicado oficial, el zoológico destacó la importancia biológica y emocional de Gramma: “Pudo haber alcanzado una edad excepcional, lo que la convirtió en un individuo notable dentro de nuestra comunidad animal”. (I)
