QUITO, Pichincha
Sudamérica atraviesa un nuevo auge petrolero mientras Ecuador reduce sus proyecciones y se aleja de los récords que alcanzan Brasil, Argentina y Guyana. El Gobierno aspira cerrar el 2025 con 500.000 barriles diarios, una meta que los analistas consideran difícil por la caída en inversiones, la inestabilidad institucional y los retrasos en delegaciones clave.
Brasil lidera la expansión. Su producción creció 60 % en la última década, alcanzó los 4 millones de barriles diarios y las estimaciones proyectan que superará los 5 millones en 2030. Petrobras impulsa este ritmo con un plan de USD 77.000 millones, que ejecutará durante los próximos cuatro años para explotar nuevas áreas en aguas ultraprofundas.
Vaca Muerta
Argentina consolida otro salto histórico. Pasó de 480.000 barriles diarios en 2020 a 860.000 barriles en octubre de 2025, impulsada por Vaca Muerta, uno de los mayores yacimientos de petróleo y gas no convencional del mundo. Ese volumen supera su récord anterior de 1998.
Guyana se convirtió en el caso más sorprendente de la región. Desde que inició operaciones en 2019, elevó su extracción hasta 900.000 barriles al día. Con apenas 800.000 habitantes, el país pasó de la pobreza estructural a registrar la renta per cápita más alta de América Latina: USD 31.000.
Especialistas atribuyen este boom a reglas claras, licenciamientos ágiles, estabilidad regulatoria y una gestión profesional de las estatales, lo que atrae capital extranjero y acelera la producción.
Ecuador, en cambio, avanza en dirección contraria. La alta rotación de autoridades, la falta de seguridad jurídica, el incumplimiento de cronogramas en los bloques 16, 67 y Sacha, y la indefinición sobre la delegación del OCP, deterioran la confianza de los inversionistas. El país aparece junto a Venezuela como uno de los Estados con perspectiva de descenso productivo hacia 2030.
Sudamérica proyecta incrementar su producción petrolera en 30 % para 2030, un crecimiento que supera el ritmo previsto para Oriente Medio y Estados Unidos. Ecuador, sin reformas profundas y estabilidad sostenida, quedará fuera de este ciclo de expansión regional. (I)
