BOGOTÁ, Colombia
El presidente Gustavo Petro decretó la emergencia económica por 30 días en Colombia ante una inminente crisis fiscal, luego de que el Congreso archivó su reforma tributaria, clave para financiar el presupuesto de 2026. La medida, firmada la noche del 22 de diciembre de 2025, habilita al Ejecutivo a adoptar impuestos especiales para cerrar la brecha de ingresos.
Con el decreto, el Gobierno busca alcanzar una meta de USD 41.000 millones que, según Petro, resultan necesarios para ordenar las finanzas públicas el próximo año. Aunque el Ejecutivo aún no detalla los tributos ni su alcance, el mandatario anticipó que la alternativa a la emergencia sería un recorte severo del gasto.
La decisión llega en un contexto de tensión fiscal: la economía colombiana muestra señales de crecimiento —analistas proyectan un PIB entre 2,6% y 2,7% al cierre del año—, pero el gasto público avanza de la mano del endeudamiento sin un aumento proporcional de la recaudación. Entre 2023 y 2024, el déficit fiscal subió 2,5 puntos porcentuales, y expertos prevén que supere el 7% en 2025.
Petro apostó por una nueva reforma tributaria para cerrar esa brecha, pero el Legislativo la hundió a inicios de diciembre, pese a las advertencias oficiales sobre impactos en la inversión pública. En el decreto, el Ejecutivo sostiene que el país enfrenta un escenario que podría forzar un ajuste drástico con efectos en el bienestar social.
Desde su llegada al poder en 2022, el primer presidente de izquierda de Colombia impulsó reformas estructurales en tributación, salud y trabajo. A ocho meses del fin de su mandato, solo las reformas laboral y pensional lograron convertirse en ley, mientras el frente fiscal vuelve a tensar la relación entre el Ejecutivo y el Congreso. (I)
