
Por Fernando Naranjo Villacís
Rememoramos el sensible fallecimiento – 2 de septiembre- de un personaje esencial en nuestra patria, don Nahim Isaías Barquet. Son 36 años de tan sentida ausencia terrenal.
Quería para su país, el banco ideal, se empeñó cada día por devolver en obras y servicios, de manera silenciosa, a las gentes que menos tienen. Incrementó su política de beneficios sociales, construyendo escuelas, talleres y centros de salud en las áreas marginales de algunas ciudades ecuatorianas.
Nahim Isaías, es también recordado en el Bicentenario de la Fundación de Guayaquil, como ciudadano ilustre, suscitador de nobles causas humanitarias. Cuando falleció, fue aquella buena gente, la más sencilla, quienes llevaron en sus hombros al amigo NAHIM. Fue considerado como el ciudadano más influyente del país, sin ejercer ninguna actividad política.
La Prensa lo distinguió en variados reportajes, como Mecenas de las Artes, la Educación y los Deportes, uno de los grandes empresarios, así como el principal impulsor de las actividades económico-productivas.
En un busto de bronce, quedó inscrito como tributo a su vida: “Amó a su Patria. Sirvió sus grandes causas. Propendió a la paz, la economía y la cultura.” (O)
