
A finales de mayo, Josué Benjamín Figueroa, de 16 años, inauguró su estatua de 6 metros del legendario médico venezolano Beato José Gregorio Hernández, figura emblemática en muchos países sudamericanos, que será canonizado junto con otros siete beatos el 19 de octubre, Domingo Mundial de las Misiones. En el mismo grupo serán canonizados la primera mujer venezolana y el Beato Gregorio, el primer hombre venezolano.
La estatua terminada fue el cumplimiento de una promesa que el artista hizo en Instagram el Jueves Santo de «crear la estatua más grande del mundo del Beato José Gregorio Hernández» – un video de su trabajo se hizo viral, recibiendo más de 130 mil likes.
No es la primera vez que el joven escultor -que cuenta con 1,5 millones de seguidores en Instagram- llama la atención por compartir su prodigioso talento con sus compatriotas.
Es la estrella de su propio programa de televisión local en Nickelodeon, El Taller de Josué. Y el año pasado inauguró una estatua de san Agustín de 6 metros que se alza a la entrada de Guaracarumbo, su ciudad natal (que se suma a sus esculturas de santa Mónica, la santísima Virgen María, Jesús y san Antonio de Padua, ya cuidadosamente colocadas por toda la ciudad).
Figueroa habló recientemente de su arte en ElSigloTV:
«Para mí, crear esculturas, crear obras de arte lo es todo», explica Figueroa. «Mi vida no sería la misma si no tuviera plastilina en las manos o si no pudiera crear. Siento que descubrí para qué estaba hecho desde muy joven, y doy gracias a Dios por ello».
La referencia de Figueroa a la plastilina no es un error. En un reciente artículo para Zenit News, recordaba cómo su pasión por la escultura comenzó a los 4 años, cuando su padre le regaló plastilina infantil no tóxica para que pudiera crear los juguetes que su familia no podía permitirse.
Un modelo a seguir
Desde ese día, no ha dejado de esculpir, y sus padres y sus dos hermanas, que aparecen regularmente en sus publicaciones de Instagram, son obviamente una enorme fuente de apoyo.
Figueroa también se ha convertido en un modelo a seguir en su comunidad:
«Doy gracias a Dios por haberme dado la posibilidad de crear esculturas para mi país y de inspirar a muchos jóvenes. Espero que cada niño y joven que vea [mi arte] se sienta motivado a ser constante, disciplinado y a trabajar con amor», afirmó.
Aunque Figueroa sigue trabajando con arcilla de modelar, se ha expandido a medios como la resina reforzada con fibra de vidrio. Sus estatuas de san Agustín y el beato José Gregorio Hernández se realizaron con arcilla polimérica moldeada sobre estructuras metálicas internas.
El beato José Gregorio Hernández fue un médico del siglo XIX, querido por muchos por haber modernizado la medicina en Venezuela y por su inquebrantable compromiso de tratar a los más pobres entre los pobres, renunciando a menudo a su sueldo para atender a los pacientes.
Al escuchar al joven artista que ha plasmado de forma tan extraordinaria la imagen de este médico emblemático, es fácil imaginar que el artista y el santo comparten una visión del mundo similar:
«Solo somos instrumentos de Dios», dijo recientemente Figueroa a OSV News. «Él es quien permite que seamos instrumentos para que se cumpla su voluntad». (I)
Con información de https://es.aleteia.org/2025/07/01/adolescente-crea-una-estatua-gigante-del-medico-santo-que-sera-canonizado/
