QUITO, Pichincha
Desde enero de 2025, cinco barrios del sur de Quito cuentan con nuevos contenedores de basura que promueven la separación de residuos y el reciclaje. En total, Emaseo ha colocado 765 contenedores distribuidos en nueve rutas de recolección.
Barrios beneficiados con los nuevos contenedores
Los sectores donde ya funcionan estos dispositivos incluyen:
- Turubamba Alto
- Turubamba Bajo
- Quitumbe – Quicentro
- Quitumbe – Las Cuadras
- Solanda 1
La flota de recolección sigue el recorrido habitual para residuos orgánicos, mientras que para los inorgánicos habrá un cronograma especial, preliminarmente un día a la semana.
¿Cómo se deben usar los contenedores?
Los contenedores están diseñados para clasificar los residuos de la siguiente manera:
- Grises con etiquetas verdes: destinados a desechos orgánicos como restos de comida, hojas y otros materiales que pueden convertirse en abono. Estos residuos deben colocarse en fundas negras.
- Azules: reservados para desechos inorgánicos como papel, plástico, vidrio, metal y cartón. Estos deben depositarse en fundas azules.
Jorge Jaramillo, gerente de Emaseo, recomendó que quienes no tengan fundas de colores utilicen cualquier bolsa plástica, siempre respetando la separación entre orgánicos e inorgánicos.
Expansión del proyecto a más sectores
Hasta ahora, en la Administración Zonal Quitumbe se han instalado 375 contenedores: 354 grises y 21 azules. En la Administración Zonal Eloy Alfaro, se colocaron 390 dispositivos: 353 grises y 37 azules. Próximamente, Calderón, la parroquia más grande de Quito y Ecuador, será incluida en esta iniciativa.
Recomendaciones para los usuarios
- Clasifique los residuos correctamente antes de sacarlos.
- Utilice las fundas de colores sugeridas para facilitar el proceso de reciclaje.
- Si no tiene fundas de colores, separe los desechos en bolsas diferenciadas y bien cerradas.
- Respete los horarios de recolección para evitar acumulación de basura en las calles.
- Promueva el reciclaje en su comunidad y fomente el cuidado del medio ambiente.
Aunque el proyecto apunta a mejorar la gestión de residuos en Quito, el éxito depende de la colaboración ciudadana. ¿Adoptarán los habitantes de la ciudad estos hábitos de separación o se enfrentarán desafíos para mantener el orden y el compromiso ambiental? (I)