QUITO, Pichincha
Con 85 votos a favor, Ruth Patricia Arregui Solano fue destituida y censurada como Superintendente de Bancos tras un proceso de juicio político seguido por la Asamblea Nacional por incumplimiento de funciones.
Los votos provinieron de las bancadas Unión por la Esperanza (UNES), Izquierda Democrática, parte del movimiento Pachakutik e independientes, el PSC se abstuvo y el oficialismo votó en contra.
La funcionaria acusada por ocho causales que tenían relación con falta de control de los pagos debitados en bancos privados, falta de control y vigilancia de las actividades del sistema financiero, fraude informático, falta de control en la captación ilegal de dinero como el caso de Big Money, renegociación de deuda entre usuarios y la banca privada, negó esos incumplimientos.
Dijo que la Superintendencia de Bancos cumplió con su rol y que ella cumplió con sus atribuciones y deberes, y sobre todo con su compromiso personal de servir con honestidad y de manera técnica y no demagógica, bajo los atributos de hacer una supervisión preventiva, prospectiva, efectiva, eficaz que busca la protección de los consumidores financieros.
La funcionaria insistió que fueron contundentes las pruebas de descargo y ratificó que la Superintendencia de Bancos aplica el régimen sancionatorio en la determinación que tiene el Código Orgánico Monetario y Financiero que van de sanciones leves, pecuniarias y hasta la destitución de sus directivos.
Que desde que está a cargo de la Superintendencia sin duda aplicó el régimen sancionatorio y que hasta la fecha aplicó multas hasta por $1´140.000 a las instituciones bancarias, que van de acuerdo a la gradación de las infracciones que cometen las instituciones controladas. Que algunas de esas sanciones han sido impugnadas y otras están en procesos judiciales.
El legislador interpelante, Darwin Pereira, manifestó que faltó control de parte de la funcionaria hoy destituida en los abusos de banca, pues muchos ecuatorianos quebraron sus negocios, otros se quedaron sin viviendas mientras que la banca cobró los intereses. (I)