Cada gota de agua cuenta

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Es momento de actuar en América Latina y el Caribe

Elia Gómez muestra con orgullo un manojo recién cortado de papas. Es una de sus cosechas más recientes y la primera desde que un proyecto de agricultura inteligente e irrigación llegó a su comunidad en el Chaco boliviano; una región de tierras cálidas y semiáridas.   

“Me emociona porque es la primera vez que siembro papas”, dice Elia, con una tímida sonrisa dibujada en su rostro, pero con un gran optimismo por las futuras cosechas ahora que cuenta con sistemas de riego en sus tierras.

Elia Gómez, agricultora en el Chaco boliviano.

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En su comunidad no siempre fue así. Las sequías, regularmente y de forma creciente, han afectado estas tierras y a sus pobladores. No solo la falta de insumos, sino también la ausencia de riego confiable y los altos precios de la energía eléctrica han provocado bajas cosechas y escasez de alimentos.

La historia de Elia es, por ahora, afortunada. Sin embargo, así como en el Chaco, millones de latinoamericanos aún sufren de inseguridad hídrica. Hoy, 150 millones de personas viven en áreas con gran escasez de agua, y el cambio climático está empeorando esta situación.

El cambio climático, una presión crítica sobre el ciclo del agua

El cambio climático está interrumpiendo el ciclo del agua: el aumento del calor está causando que los glaciares andinos se derritan o desaparezcan. Cuando esto ocurre, los caudales de verano hacia los ríos también disminuyen o desaparecen.

El cambio climático también está afectando dramáticamente los patrones de lluvia. El Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) muestra que mientras la precipitación anual aumentó en América del Sur entre 1950 y 2018, disminuyó en América Central y el centro-sur de Chile durante el mismo período.

Menos precipitaciones y temperaturas más altas pueden hacer que el agua fluvial disponible disminuya en muchos países y en las cuencas más críticas. 

Los períodos prolongados de calor y sequía aumentan la demanda de agua en las ciudades de la región.

El aumento de la temperatura también ha generado mayores tasas de evaporación de la vegetación y los cuerpos de agua, en un momento en que el agua suele ser más escasa. Esta tendencia conduce a un aumento del déficit hídrico en casi toda América Latina y el Caribe.

Además, la variabilidad de las precipitaciones está aumentando, lo que genera más incertidumbre para los administradores del agua que intentan garantizar el servicio y gestionar los riesgos relacionados con el agua, como las sequías y las inundaciones.

Cuando la fuente se seca

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Según el Banco Mundial, en los últimos veinte años, América Latina experimentó 74 sequías, que provocaron más de US$13.000 millones en daños. Este fenómeno impacta en la producción agropecuaria y en los medios de vida de los agricultores, especialmente de aquellos que viven en condiciones de vulnerabilidad. Por ejemplo, más del 50 % de los 1,9 millones de pequeños agricultores viven bajo estas condiciones en el Corredor Seco, una región ecológica en la costa del Pacífico centroamericano afectada por la sequía y la inseguridad alimentaria.

En Argentina, los golpes de sequía son numerosos. Más del 90 % de las pérdidas económicas en la producción agrícola se deben a la variabilidad climática, en particular a las sequías. Para los habitantes de Paraje Pozo del Toba, en la provincia del Chaco, el acceso al agua potable siempre ha sido un desafío. Recientemente, la zona se ha enfrentado a sequías aún más frecuentes y prolongadas, así como a graves inundaciones, que afectan negativamente a la salud y las condiciones de vida de su población.

Para obtener agua, los miembros de la comunidad, en su mayoría mujeres y niñas, tienen que caminar varios kilómetros hasta una laguna, su única fuente de agua. En tiempos de sequía, las lagunas también se ven afectadas, dejando a la comunidad sin este recurso limitado. Bernarda, una de las residentes, mostró un cubo con agua ligeramente oscura de la laguna mientras comentaba los desafíos de la comunidad. (I)

Con información de https://bit.ly/3TL7p6J

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Post Author: David Jaramillo

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