
QUITO, Pichincha
Los ecuatorianos continuaron su periplo por Ucrania en el tercer día de la invasión lanzada desde Moscú.
El canciller Juan Carlos Holguín indicó que entre los miles de ciudadanos que están en los pasos fronterizos polacos hay 150 ecuatorianos. Allí deben esperar entre 24 y 60 horas para ingresar a Polonia.
Aseguró que las autoridades ucranianas han priorizado la salida de mujeres y niños ucranianos, pero que sobre esa decisión el Ecuador no tiene control.
Holguín explicó que varios estudiantes no han podido abordar los trenes y que, en un caso, lograron que Cruz Roja les brinde un espacio en un camión, con el que forma un corredor humanitario.
Pablo Julián Ureña fue de los primeros en llegar a Polonia, pero ahí encontró las fronteras cerradas.
“Dicen que hay demasiados extranjeros. No podemos ingresar”. Como él, varios chicos enfrentan complicaciones para salir de Ucrania.
A 70 kilómetros de la frontera con Polonia, en Leópolis (Lviv en ucraniano), decenas de ecuatorianos intentaron subir a los trenes. Con sus celulares grabaron videos sobre la aglomeración y desesperación por tomar el transporte que los saque a los tres pasos fronterizos.
El canciller reconoció los problemas que enfrentan los ecuatorianos. Pero prometió que ya se consiguió el primer vuelo humanitario para 350 ecuatorianos desde Varsovia, en Polonia. Está previsto que salga lunes o martes. Este no tendrá costo para las familias, indicó Holguín.
Familiares reclaman
Mientras el canciller Juan Carlos Holguín, anunciaba que hoy lunes, probablemente, lleguen ecuatorianos a Polonia, ayer domingo, familiares de decenas de compatriotas, la mayoría estudiantes, que están atrapados en Ucrania, llegaron hasta la sede de la Cancillería, en Quito, en busca de soluciones para traer de vuelta a sus parientes a Ecuador.
“¡Queremos acciones, no palabras!”, reclamaban desde el interior de la Cancillería, donde fueron recibidos por Pamela Cevallos, analista de la Dirección de Comunicación y otros funcionarios que trataban de calmar los ánimos, explicar la situación actual y las acciones que se están ejecutando.
Aníbal Estrella llegó angustiado a golpear las puertas del ministerio para ser atendido. Su hijo, Joao, junto con otro estudiante ecuatoriano, lograron salir por de Ucrania y llegar a Rumanía. El domingo, muy temprano, Joao le envió un mensaje de voz en el que avisaba que las autoridades de ese país querían deportarlos a Ucrania, porque no contaban con la visa Schengen.
“Mi hijo salió hace cuatro días de Ucrania. Salió caminando, salió en vehículo. Me he endeudado para sacarlo a mi hijo de ahí”, exclamó agitado Estrella. Al abrirse las puertas de la Cancillería aparecieron Cevallos y otros servidores públicos, quienes le indicaron que estaban al tanto y gestionaban una solución.
Magaly Cañar también fue a buscar respuestas. Haciendo un esfuerzo para no romper en llanto, contó que su hija Kharla Tamayo pudo escapar de Kiev, capital de Ucrania, donde estudiaba odontología desde hace dos años. (I)
