LORETO, Francisco de Orellana
El chamanismo es una de las prácticas espirituales más antiguas y profundamente arraigadas en las culturas ancestrales de Ecuador, que se remonta a la época prehispánica.
Su máxima expresión se alcanzó durante los desarrollos regionales, entre el 500 a.C. y el 500 d.C., especialmente en la región centro-norte de la costa ecuatoriana, donde las culturas Bahía, Jama Coaque y La Tolita, descendientes de la cultura Chorrera, consolidaron un complejo sistema de creencias que perdura hasta nuestros días.
En el Amazonas ecuatoriano, cada tribu cuenta con un chamán, una figura respetada por sus habilidades para conectar con los mundos espirituales y naturales.
Comunidad kichwa de Makana Cocha
En la comunidad kichwa de Makana Cocha, en la provincia de Francisco de Orellana, Ventura Tapia, un chamán de 60 años, representa esta tradición viva.
Utilizando ayahuasca, una planta sagrada y medicinal, Ventura trata a personas de su comunidad y de diferentes partes del país y del extranjero. La ayahuasca, conocida por sus propiedades alucinógenas, se utiliza en ceremonias para alcanzar un estado de conexión cósmica.
«Es una experiencia impactante y segura», asegura Edison Escobar, viajero que tuvo la oportunidad de consultar a un chamán en el cantón Loreto.
El chamán no es solo un sanador, sino también un guardián de las tradiciones y un mediador entre el mundo material y el espiritual. Durante las ceremonias, buscan armonizar los diferentes niveles del universo: el mundo celeste de los astros, el inframundo de los ancestros y la Pachamama, la Madre Tierra que sostiene la vida.
Esta práctica ancestral no solo refleja la cosmovisión de los pueblos prehispánicos, sino que sigue siendo parte integral de la vida de muchas comunidades indígenas ecuatorianas.
ritual chamánico
Viajar a Ecuador y someterse a un ritual chamánico es una experiencia única, profundamente espiritual y transformadora. Aunque puede parecer misterioso para los forasteros, la conexión con la naturaleza y la espiritualidad es una parte vital de la vida en estas comunidades.
Los chamanes, con sus cantos, hierbas y rituales, restablecen el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu, manteniendo viva una tradición milenaria que sigue inspirando respeto y fascinación.
El chamanismo en Ecuador no es solo una práctica espiritual, sino una parte esencial de la identidad y el legado cultural del país. Desde las costas hasta la selva amazónica, los chamanes siguen siendo el vínculo viviente con las creencias y costumbres ancestrales que moldearon la historia de las civilizaciones prehispánicas. (I)
