
PEKÍN, China
El gobierno chino implementó un nuevo marco regulatorio que transforma por completo el panorama para los creadores digitales del país. A partir de ahora, solo podrán producir y difundir contenido sobre temas como salud, derecho, educación o economía aquellos influencers que acrediten estudios formales, certificaciones o experiencia verificable en dichas áreas.
El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información, junto con la Administración del Ciberespacio de China, explicó que la medida busca combatir la desinformación y garantizar la calidad del contenido en línea, especialmente en plataformas como Weibo, Douyin (versión local de TikTok) y Bilibili. Las redes sociales deberán verificar las credenciales de quienes generen contenido considerado “profesional o especializado”, antes de permitirles publicar o transmitir en vivo.
Aunque el objetivo oficial es promover información confiable, la nueva política ha despertado un intenso debate sobre los límites de la libertad de expresión en internet. Expertos y usuarios advierten que el control estatal sobre quién puede opinar en determinados temas podría derivar en censura y restricción del discurso público.
En una era donde cualquiera puede autodenominarse experto, China ha dejado clara su posición:
“Si vas a enseñar, primero demuestra que sabes.” (I)
