
QUITO, Pichincha
Con la presencia del presidente Daniel Noboa, arrancó la Ceremonia Cívico- Militar por los 203 años de la Batalla de Pichincha y el Día de las Fuerzas Armadas en la Cima de la Libertad, en Quito.
Se dio lectura al Decreto Ejecutivo # 648, mediante el cual se otorga la condecoración post mortem Cruz al Mérito de Guerra a los 11 militares ecuatorianos asesinados en Alto Punino, provincia de Orellana.
El almirante Jaime Vela Erazo, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, fue el encargado de abrir el acto con un discurso en el que recordó el legado de la Batalla de Pichincha, pero también se refirió al actual contexto nacional.
“Hoy nos reunimos para recordar un momento crucial en la historia del Ecuador. Enfrentamos desafíos que amenazan nuestra seguridad y bienestar. Estamos en un conflicto armado interno, pero como nación debemos buscar soluciones pacíficas en beneficio de todos los ciudadanos”, afirmó.
Vela también hizo un llamado a la unidad nacional frente a las amenazas del narcoterrorismo y destacó el rol de las Fuerzas Armadas en esta lucha.
“Los soldados de ayer, que nos dieron la libertad, son los mismos que hoy extienden su mano solidaria a su pueblo. Pero esa misma mano es también la que empuña las armas con las que enfrentamos a diario a las organizaciones criminales. No descansaremos hasta conseguir la paz para nuestra patria”, expresó.
Finalmente, enfatizó que las Fuerzas Armadas están más cohesionadas que nunca y que no permitirán que las diferencias dividan al país.
“La Batalla de Pichincha nos recuerda que incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y la determinación pueden encender la luz que ilumina nuestro camino. Sigamos ese ejemplo”, finalizó Vela. (I)
