Correa presiona a Aguiñaga y profundiza ruptura política

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GUAYAQUIL, Guayas

Rafael Correa intensificó el 2 de diciembre sus críticas contra la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, una de las figuras más influyentes de la Revolución Ciudadana (RC). En una serie de cinco publicaciones en X, el expresidente le pidió que se aparte del movimiento, marcando un nuevo punto de quiebre en una relación deteriorada desde hace más de dos años.

Correa replicó mensajes de otros usuarios, repitió sus propias publicaciones y lanzó comentarios sarcásticos para presionar a Aguiñaga, quien admitió en una entrevista televisiva que evalúa su futuro político fuera de la agrupación. El exmandatario decidió adelantarse y cerrarle públicamente la puerta a una posible reelección por la lista 5 en 2027.

Un vínculo fracturado

La tensión entre ambos aumentó desde 2021, cuando Aguiñaga asumió la conducción del movimiento para reconstruirlo tras la implosión de Alianza PAIS. Su liderazgo permitió afiliar a más de 200.000 nuevos adherentes, recuperar estructura y lograr un amplio triunfo territorial en 2023: nueve prefecturas, 50 alcaldías y cientos de concejalías. Entre sus mayores victorias está haber expulsado al socialcristianismo del Guayas y de Guayaquil.

Sin embargo, la decisión de nombrar a Luisa González como candidata presidencial en 2023 debilitó su influencia y generó cuestionamientos internos. Tras la derrota electoral, Aguiñaga renunció a la presidencia de la RC y desde entonces su distancia con Correa crece sin pausa.

Críticas internas y autonomía política

Aguiñaga ha tomado posiciones independientes: rechazó la defensa de correístas a favor de Jorge Glas en un caso de violencia de género, acercó su gestión al presidente Daniel Noboa y mantuvo reuniones con liderazgos externos como Lourdes Tibán, prefecta de Cotopaxi. Estas decisiones molestaron al correísmo más radical.

Desde mayo de 2025, la prefecta se calificó como la “oveja negra” del movimiento y denunció la falta de democracia interna, acusando imposiciones directas del exmandatario. Ese escenario se evidenció durante las controversias por un supuesto fraude electoral, cuando Correa amenazó al interior del movimiento y descartó debatir las críticas.

El poder y desgaste del expresidente

El capital político de la RC sigue ligado a la figura de Correa. Sin embargo, su discurso confrontativo, basado en denuncias permanentes de traición, ha obstaculizado la renovación del partido. Figuras como Pabel Muñoz, Paola Pabón y la propia Aguiñaga han sido desvalorizadas públicamente pese a su peso territorial.

Correa reconoce, incluso con ironía, el caudal político de Aguiñaga en Guayas, provincia con el segundo mayor número de electores. Por eso anticipó que ella podría lograr una reelección, pero con otra organización política.

Futuro incierto para la Revolución Ciudadana

La RC podría volver a radicalizar su estructura si Felipe Vega de la Cuadra asume la dirigencia en 2026, lo que augura un mayor control del correísmo más ortodoxo. La eventual salida de Aguiñaga podría reducir el apoyo del movimiento en Guayas y poner en riesgo su principal bastión electoral.

Por ahora, la prefecta admite que evalúa seriamente abandonar la única organización política a la que ha pertenecido desde 2007. Y Correa, fiel a su estilo, deja claro que en la RC la lealtad pesa más que el capital político de sus propios dirigentes. (I)

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Post Author: Redaccion

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