FRANCIA
El Real Madrid se coronó en París con su decimocuarta Champions League, el doble que el segundo equipo más laureado de Europa, el Milán, que ostenta siete. Fue en una noche brutal de Courtois que paró absolutamente todo en el Stade de France ante un Liverpool que dominó pero que se encontró con el inmenso portero belga. Vinicius, en el minuto 59, fue el autor del gol que certificó que este equipo es de otro planeta.
Real Madrid y Liverpool presentaron sus ‘once’ de gala pese a que Thiago fue duda hasta el último minuto en el cuadro de Klopp al notar ciertas molestias en el calentamiento. El inicio fue de dominio total ‘red’.
Sin embargo, tardaron más de un cuarto de hora en encontrar una ocasión clara en un pase al área de Alexander-Arnold que Salah remató con muchísima intención encontrándose con el muro de Courtois por primera vez en la velada.
Con dominio total ‘red’ apareció de nuevo Courtois en una internada de Mané por la izquierda, que sentó a Militao y disparó al primer palo. El meta belga desvió lo justo para que el balón se estrellara en el poste. Era el minuto 21 y el Liverpool contaba con más de un 60 por ciento de posesión.
Pero si alguien cree que el Real Madrid está incómodo con un guion de partido así se equivoca. El equipo blanco de hecho crece ante estos retos. La idea de Ancelotti es transparente: encontrar a Vinicius en forma de desmarque o a Benzema.
El francés se pegó a Konaté, titular en la Champions pero no en la Premier, para cargar por la banda izquierda del ataque buscando esa asociación que les dio LaLiga y les llevó a París. Pasada la media hora, Benzema encontró al brasileño entre líneas, este dribló a Konaté y cuando ya estaba cara a cara Alisson apareció el capitán del Liverpool, Henderson, que envió a córner. El susto atenazó a los de Klopp que perdieron el control del partido. Y cuando huele a sangre, ahí está Benzema. En el 43 el francés recibió un pase larguísimo de Alaba, sentó a Van Dijk y disparó raso.
Alisson, muy atento paró pero inexplicablemente, o cosas de la magia blanca, el balón se le escurrió, le cayó a Valverde, que disparó, tocó en Fabinho, volvió a caer en el 9 merengue y esta vez no perdonó. Ni el VAR entendió la jugada, que tuvo que mirar varios largos minutos hasta decidir que era ilegal por fuera de juego del galo. Lo de la claridad de las normas es algo en que la FIFA debe trabajar.
En este caso consideraron los árbitros del VAR que el rebote en el ex de la cantera merengue, no anulaba la posición ilegal del ariete. No se rindió Benzema. La jugada siguiente casi deja a Alisson en el rincón de Karius y Donnarumma cuando casi rebana un balón al meta brasileño en lo último destacable de la primera parte.
La segunda mitad arrancó como acabó la primera, con el Madrid creciendo pese a los intentos de los de Merseyside de dominar a su rival hasta que llegó el momento de la fórmula Ancelotti.
En el 58 Modric hizo a Robertson salir de la defensa, dársela a Casemiro y este a Valverde, que ocupaba el hueco que había dejado vacío el lateral. El uruguayo arrancó hacia la meta de Alisson y cruzó un genial pase raso al segundo palo que cazó Vinicius sin oposición convirtiendo su cuarto gol en esta Champions.
Quedaba tiempo para el Liverpool, pero la herida estaba ya abierta y volvió a surgir Courtois. Primero desviando una potente rosca de Salah. Después sacando otra mano providencial en el 80 cuando Diogo Jota desvió un disparo del propio jugador egipcio. Y de nuevo un minuto después sacando a córner con el cuerpo un chut a bocajarro otra vez de Salah en un mano a mano entre ambos. Inconmensurable Courtois que da un nuevo título al Real Madrid en otra noche mágica blanca. (D)
Con información de https://www.mundodeportivo.com/futbol/champions-league/