QUITO, Pichincha
En los últimos 21 meses, investigaciones y casos judiciales han revelado presuntos nexos entre el fútbol profesional ecuatoriano y el crimen organizado, incluyendo: lavado de dinero, amaño de partidos y extorsiones. Una de las pistas más recientes relaciona las apuestas deportivas con Los Gángsters, brazo armado de Los Choneros, en Esmeraldas.
El primer indicio se registró el 7 de diciembre de 2023, cuando Michael Fitzpatrick, entonces embajador de EE. UU. en Ecuador, alertó sobre el lavado de dinero en empresas, medios y clubes de fútbol. Siete días después, la Fiscalía inició el caso Metástasis, vinculando al narcotraficante Leandro Norero con inversiones en clubes de Segunda Categoría, como Naranja Mekánica.
Esmeraldas ha sido otro foco crítico. El 19 de septiembre de 2025, Jonathan González, jugador del 22 de Julio, fue asesinado tras recibir amenazas para perder un partido, evidencia de la influencia de las apuestas ilegales en la región. Casos previos incluyen el asesinato de Arturo Manaced y amenazas a jugadores y técnicos de clubes locales.
Un informe de la Dirección de Integridad y Antipiratería identificó a cuatro clubes de la Serie B involucrados en manipulación de resultados, destacando partidos con alta sospecha de amaño y vinculación con grupos criminales. Luis V., alias ‘La Vagancia’, y José Luis R., alias ‘El Gran Libro’, están relacionados con estas estructuras, que operan con ciudadanos brasileños y tienen nexos con el Cartel de Sinaloa y disidencias de las FARC.
Otros casos incluyen a Genaro Huacón, vinculado a extorsiones y amaños, y José Adolfo Macías, alias ‘Fito’, exjefe de Los Choneros, cuyo blanqueo de capitales involucra a clubes como Fijalán FC y Exapromo Costa en Manabí. Recientemente, cinco jugadores de Exapromo fueron asesinados en Manta en un ataque armado relacionado con estas estructuras criminales. (I)
