
¿Alguna vez has sentido que el suelo se mueve debajo de ti, o que la habitación gira, aunque estés completamente quieto? Estas sensaciones desconcertantes pueden ser signos de vértigo, una afección a menudo incomprendida que puede afectar significativamente el equilibrio y la calidad de vida de una persona.
En el centro de todo hay una parte del cuerpo de la que la mayoría de la gente nunca ha oído hablar: el sistema vestibular.
Álvaro Rojas, director médico de Abbott en América Latina, sostiene que el sistema vestibular es una delicada red ubicada en el oído interno que nos ayuda a mantenernos erguidos y orientados en el espacio.
Y trabaja en estrecha colaboración con nuestra visión y músculos, enviando constantemente señales al cerebro sobre nuestra posición, movimiento y orientación de la cabeza.
Sistema alterado
Cuando este sistema se ve alterado, ya sea debido a una infección, inflamación o cambios físicos en el oído, esas señales se distorsionan y el cerebro lucha por dar sentido a lo que está sucediendo. Ahí es cuando ataca el vértigo.
«El vértigo no es una enfermedad, sino un síntoma. Y a diferencia del simple mareo, el vértigo crea una poderosa ilusión de movimiento: como si tú o el mundo que te rodea estuvieran girando o inclinándose”, explica Rojas.
Y agrega que esa sensación puede llegar repentinamente, durar de segundos a días, y dificulta caminar, conducir o incluso quedarse quieto.
En todo el mundo, el vértigo afecta aproximadamente a 1 de cada 10 personas, pero a menudo no se diagnostica o se malinterpreta. Se estima que, en promedio, los pacientes realizan 8 visitas al hospital antes de recibir un diagnóstico preciso de vértigo-
Rojas sostiene que el tiempo promedio entre el primer signo de vértigo y el diagnóstico mediante una maniobra de reposicionamiento es de 19 meses, pero podría llegar a ser de hasta 70 meses.
Causas comunes
Las causas más comunes incluyen vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), donde pequeños cristales en el oído interno se salen de su lugar; laberintitis o neuronitis vestibular, causada por infecciones virales; y otras afecciones del oído interno que afectan el sistema de equilibrio del cuerpo.
Estos problemas son más comunes en mujeres, con dos o tres veces más frecuencia que en los hombres, pero pueden ser experimentados por cualquier persona.
Si bien el vértigo y sus implicaciones pueden ser preocupantes, la buena noticia es que es tratable. Un médico puede realizar pruebas simples para determinar si el síntoma se origina en el oído o en el cerebro, y una vez que se realiza un diagnóstico, se puede desarrollar un plan de atención personalizado.
Las opciones de tratamiento pueden incluir rehabilitación vestibular, un tipo de fisioterapia que vuelve a entrenar al cerebro para adaptarse a los cambios de equilibrio, tratamiento farmacológico, así como ajustes en el estilo de vida para controlar desencadenantes comunes como el estrés, la falta de sueño o los movimientos repentinos. (I)
