CUENCA, Azuay
La caída inesperada de árboles en Cuenca se ha convertido en una preocupación urgente para las autoridades y ciudadanos. En solo una semana, este fenómeno ha cobrado la vida de dos niños y ha provocado daños materiales significativos, como ocurrió el pasado 3 de febrero en el Parque Calderón, donde un árbol colapsó sin previo aviso.
Desde diciembre de 2024, con la llegada del invierno, se han reportado varias emergencias debido al desplome de árboles, especialmente en zonas cercanas a los ríos de la ciudad.
Ante esta crisis, el alcalde Cristian Zamora reunió de emergencia al Municipio de Cuenca el 4 de febrero para definir estrategias. Expertos han determinado que la caída no responde a un solo factor, sino a múltiples causas. Como parte de la investigación, se enviaron muestras de los árboles caídos a laboratorios de la Universidad de Cuenca para analizar el problema con profundidad.
Las cinco acciones del Municipio para enfrentar la crisis
- Refuerzo técnico: Se incorporarán más especialistas a la Unidad de Manejo Forestal de la EMAC para evaluar el estado de los árboles en parques y espacios públicos. Se delimitarán zonas de riesgo y se tomarán medidas preventivas.
- Declaratoria de emergencia: La EMAC declarará emergencia para aumentar el presupuesto destinado al manejo del arbolado urbano. Esto permitirá adquirir equipos especializados, ampliar la capacidad de talado y contratar estudios para identificar árboles en riesgo inminente.
- Ordenanza de Biodiversidad y plan de arbolado urbano: Se trabajará en normativas para la gestión y conservación de la vegetación en la ciudad, equilibrando la necesidad de tala con la preservación del ecosistema.
- Consejo consultivo especializado: Se conformará un comité técnico con académicos y expertos que determinarán las causas del colapso de los árboles y definirán estrategias a corto y largo plazo.
- Acción en predios privados: Se insta a los propietarios de terrenos donde existan árboles en riesgo a realizar su mantenimiento y talado responsable.
El Municipio de Cuenca ha identificado 1.080 árboles que deben ser derribados para evitar nuevas tragedias. La hipótesis inicial apunta a que la sequía prolongada de 2024 debilitó la vegetación y aumentó su vulnerabilidad.
Con medidas urgentes en marcha, la incertidumbre persiste: ¿Será suficiente esta respuesta para evitar más pérdidas humanas y materiales en la ciudad? (I)