GUAYAQUIL, Guayas
El sector bananero ecuatoriano enfrenta un escenario desafiante: desde abril de 2025, Estados Unidos impone un arancel del 10% a las importaciones de banano, lo que amenaza la estabilidad de uno de los principales motores de la economía agrícola nacional.
En respuesta, más de 3.000 productores, exportadores, científicos y autoridades se congregaron este lunes 28 de abril en el Centro de Convenciones de Guayaquil, durante la Cumbre Banano 2025, para debatir soluciones concretas que fortalezcan la competitividad del producto estrella de exportación del país.
Banano bajo presión externa
Durante la inauguración del evento, el ministro de Agricultura, Danilo Palacios, advirtió que el sector no puede detenerse ante las dificultades comerciales. “Debemos actuar con responsabilidad y visión para blindar el proceso de desarrollo del banano ecuatoriano”, expresó.
Palacios recalcó que, sin nuevos mercados internacionales, los avances tecnológicos pierden sentido. “No podemos fomentar producción ni innovación si no tenemos dónde colocar nuestro producto”, dijo ante representantes de empresas, gremios y centros de investigación.
Ecuador lidera el comercio global del banano con más del 25% de participación. Solo en 2024, las exportaciones superaron los 7 millones de toneladas, según el Ministerio de Agricultura. En los primeros dos meses de 2025, el país vendió 104,81 millones de cajas, un incremento del 1,77% respecto al mismo período del año anterior, según la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE).
Reacción ante el nuevo arancel
El presidente de la AEBE, Jorge Encalada, expresó su preocupación por el nuevo impuesto del 10% en EE.UU., uno de los principales destinos del banano ecuatoriano. “Los aranceles nos obligan a redoblar esfuerzos para acceder a otros mercados. Es clave que el Gobierno impulse acuerdos que nos den ventaja competitiva”, afirmó.
Aunque aclaró que el porcentaje arancelario no es el más alto dentro de la guerra comercial de Estados Unidos, advirtió que podría tener un efecto directo en el consumo: “Al subir los precios, el consumidor podría dejar de comprar banano ecuatoriano”.
Modernización y sostenibilidad
La industria bananera no se queda de brazos cruzados. Encalada subrayó que la modernización es una necesidad urgente frente al cambio climático. “Necesitamos herramientas más eficientes para enfrentar enfermedades como el Fusarium R4T. Por eso apostamos por biotecnología, que permite usar microorganismos naturales en lugar de químicos”, explicó.
Entre las innovaciones presentadas en la cumbre destacan el uso de drones para fumigación, sistemas de transporte automatizado en fincas y plantas de desinfección de agua con luz ultravioleta. Estas tecnologías buscan reducir costos, elevar la productividad y minimizar el impacto ambiental.
La agenda de la Cumbre Banano 2025 se extiende por tres días. Expertos nacionales e internacionales como Lieselot Van der Veken, Noel Molina, Víctor Hugo Morales, Raúl Villacrés y Xavier Lazo abordarán los desafíos científicos, tecnológicos y sociales que marcarán el futuro de la fruta más exportada del Ecuador.
“La cumbre se ha convertido en un espacio estratégico para diseñar soluciones concretas. Hoy no solo se analizan los problemas del sector, también se construyen hojas de ruta hacia una industria más innovadora, resiliente y sostenible”, señaló Cecilia Jurado, gerente comercial de Expoplaza, entidad coorganizadora del evento.
La presión internacional exige al banano ecuatoriano adaptarse rápidamente. Y mientras el país busca diversificar destinos, reducir costos y modernizar sus procesos, la Cumbre Banano 2025 traza el camino para sostener el liderazgo mundial de la fruta que sostiene a más de 250.000 familias en el país. (I)
