
IBARRA, Imbabura
Mientras el Gobierno ecuatoriano asegura que el corredor humanitario enviado a la provincia de Imbabura buscaba reactivar la economía y abastecer comunidades afectadas por bloqueos viales, denuncias locales y videos difundidos en redes sociales cuestionan la naturaleza del operativo.
Usuarios de TikTok e Instagram compartieron grabaciones que muestran disparos, gases lacrimógenos en viviendas y presencia militar en zonas residenciales, lo que generó alarma entre vecinos. Comunidades indígenas y organizaciones sociales, como CONAIE, afirman que la acción se ejecutó sin coordinación con organismos humanitarios y califican el operativo como una forma de represión encubierta.
Medios locales, incluyendo teleSUR y Expreso, reportaron incidentes en cantones como La Esperanza y Otavalo, donde se registraron detenciones arbitrarias, agresiones a mujeres y jóvenes, y uso excesivo de la fuerza.
El Gobierno, liderado por la vicepresidenta María José Pinto, había asegurado que más de 1.000 agentes resguardaron 37 camiones con alimentos, medicamentos y kits de ayuda, y que las acciones incluían apoyo educativo y programas de reactivación productiva.
Hasta el momento, las autoridades no se han pronunciado sobre las denuncias de violencia ni sobre los videos que circulan en redes sociales. Diversos analistas llaman a contrastar la información con múltiples fuentes y organismos humanitarios para obtener un panorama completo de la situación. (I)
