
PUERTO BAQUERIZO MORENO, Galápagos
Ecuador presentó en la COP20 de CITES propuestas para trasladar a Apéndice I a la iguana marina de Galápagos y a todas las especies del género Conolophus, después de que una sentencia judicial de 2022 ordenara reforzar la protección de estos reptiles emblemáticos.
El anuncio surge tras las investigaciones de Bitácora Ambiental, medio que expuso cómo redes internacionales blanqueaban el tráfico ilegal de iguanas terrestres en países como Suiza, Uganda y Malí, utilizando permisos CITES para enviarlas hacia mercados de Asia y Europa.
Las denuncias mostraron que estas especies continúan en riesgo debido al robo de ejemplares en las islas, como ocurrió en 2022 con el decomiso de seis iguanas terrestres y 86 tortugas por parte de la Armada del Ecuador. Además, revelaron el comercio de neonatos en Indonesia y el ingreso clandestino a zonas de anidación de la iguana rosada en el volcán Wolf, en Isabela, una de las especies más amenazadas del planeta, con una población estimada entre 300 y 500 individuos.
Especialistas y organizaciones conservacionistas afirman que estas propuestas ante CITES responden a la presión ciudadana y al trabajo periodístico que evidenció la fragilidad del ecosistema.
La exministra Inés Manzano reactivó el proceso suspendido desde 2015, mientras que la jueza Viviana Pila defendió los derechos de las especies y de los denunciantes al analizar las pruebas que motivaron la sentencia de 2022.
Las iguanas terrestres, marinas y rosadas representan un valor ecológico irremplazable para Galápagos. Su inclusión en Apéndice I permitirá mayores controles y restricciones al comercio internacional, una medida considerada urgente para evitar su desaparición. (I)
