GUAYAQUIL, Guayas
La balanza comercial es el indicador que mide la relación entre las exportaciones e importaciones de un país en un tiempo determinado.
Las cifras del Banco Central del Ecuador (BCE) hasta el mes de octubre dan cuenta de un superávit en ese registro. Las exportaciones estaban en USD 28 252 millones, un 8,6 % más que en el mismo periodo del año anterior.
Mientras las importaciones alcanzaban los 22 734 millones, un 6,3 % menos que en los primeros 10 meses del 2023. La diferencia permite registrar un superávit de USD 5.518 millones, pero, ¿es esto es una buena noticia?
El analista económico Alberto Acosta Burneo sostiene que esta situación es buena relativamente para el sector exportador, pero también está la mala noticia: la economía interna está muy deprimida. «Eso se ve en la caída generalizada de importaciones», acotó.
Este descenso no es un fenómeno actual. Las cifras apuntan que en el periodo enero-octubre de 2022, la compra de bienes extranjeros se ubicaban en 25 223 millones.
En 2023 cayeron a USD 24.266 millones. En 2024, la cifra es la referida anteriormente 22 734 millones.
«Implica una debilidad en el consumo de los hogares, por eso caen la importación de los bienes de consumo. Implica que la inversión está debilitada y por eso caen la importación de bienes de capital, de maquinaria, de equipos. La producción también está debilitada y por eso cae la importación de bienes de consumo», aprecia Acosta Burneo.
La importación de materias primas, en 2024, iban hasta octubre en USD 7 295 millones, un 8 % menos que en 2023. Los bienes de capital llegaron a USD 4 703 millones, un 7m1 % menos. Los bienes de consumo estaban en USD 4 984 millones, una caída de 8,5 %.
Según Alberto Acosta Burneo, la relación entre exportaciones e importaciones debe ser equilibrada. Con diferencias mínimas por todo lo que ello implica para el funcionamiento de una economía como la ecuatoriana.
Ahora, esos USD 5 500 millones del superávit en la balanza comercial están en el país. Se reflejan en el incremento de la liquidez de la economía, en el crecimiento de los depósitos.
Sin embargo, estos todavía no se convierten en créditos. Los apagones y los tiempos electorales impactan en el apetito de los consumidores y se espera que a mediados del próximo año esos incrementos de liquidez y depósitos se reflejen en la economía real. (I)