GUAYAQUIL, Guayas
Ecuador podría entrar en la historia con Carlos Alberto Lindao Vera, un habitante de Puerto El Morro que afirma haber cumplido 123 años el pasado 17 de octubre de 2025, según consta en su cédula de identidad. Su sorprendente edad lo perfila como posible candidato a convertirse en el hombre más longevo del planeta, superando tanto a la persona viva más anciana reconocida por Guinness World Records como al propio récord histórico mundial.
Don Carlos nació el 17 de octubre de 1902 en esta parroquia rural del golfo y creció bajo el cuidado de una tía tras quedar huérfano a los seis años. A lo largo de su vida mantuvo vínculos profundos con el estero, donde desarrolló oficios heredados de su familia, como la producción de carbón y el reciclaje de botellas, actividades que aún realiza pese a su avanzada edad.
Los vecinos destacan su lucidez, su memoria intacta y la destreza con la que continúa caminando sin apoyo. Aunque no recibió educación formal, aprendió a leer y escribir hojeando periódicos que recogía durante sus viajes ocasionales a Guayaquil. Su rutina inicia antes del amanecer: prepara café, observa la marea y sale en su canoa para continuar con sus labores diarias.
Estilo de vida
Su alimentación también refleja un estilo de vida tradicional. Pescado, mariscos —como concha, ostión y camarón— y preparaciones sencillas con verde han conformado su dieta durante décadas, acompañadas de platos básicos como aguacate con arroz o verde sancochado con queso.
Si las instituciones especializadas confirman su verdadera edad, Don Carlos superaría dos marcas históricas: los 116 años de Ethel Caterham, la persona viva más longeva reconocida actualmente, y los 122 años alcanzados por Jeanne Calment, considerada la persona mejor documentada de la historia. Sin embargo, la validación requiere documentos adicionales que permitan reconstruir su edad con precisión, debido a las frecuentes lagunas registrales de inicios del siglo XX.
Hasta que se resuelva la verificación formal, la historia de Don Carlos continÚa despertando admiración en Ecuador y en quienes lo visitan, atraídos por la posibilidad de estar frente a uno de los seres humanos más longevos del mundo. (I)
