Estados Unidos aprobó mediante la Cámara de Representantes del país un proyecto de ley respaldado por republicanos y demócratas que integra las normas que prohíben al gobierno de Estados Unidos contratar a personas que tengan lazos comerciales con el «gobierno ilegítimo de Nicolás Maduro» en Venezuela.
La llamada Ley Bolívar, oficialmente Ley de Prohibición de Operaciones y Arrendamientos con el Régimen Autoritario Ilegítimo de Venezuela, que ahora debe ser aprobada por el Senado, también establece la misma prohibición para «cualquier gobierno sucesor de (Maduro) en Venezuela que no sea reconocido como legítimo por Estados Unidos».
El Gobierno de Estados Unidos no reconoce al régimen de Maduro pero si lo ha hecho con el opositor Edmundo González Urritia, a quien considera ganador de las últimas elecciones presidenciales en Venezuela del pasado mes de julio.
La ley fue presentada por dos representantes de Florida, el republicano Mike Waltz y la demócrata Debbie Wasserman Schultz, que consideran, en palabras del primero, que Estados Unidos debe «mantener las sanciones existentes contra el régimen y buscar ampliarlas para minimizar los recursos de Maduro para abusar de las libertades y la prosperidad del pueblo venezolano».
«Esta legislación envía un mensaje claro y poderoso a Maduro, así como a otros dictadores de todo el mundo, de que no habrá apaciguamiento, no habrá tolerancia, no habrá recompensa por sus acciones ilegales y deshonestas», dijo Waltz en un comunicado.
En el mismo sentido habló Wasserman Schultz :»Estoy orgullosa de ayudar a liderar esta legislación bipartidista que cortará la red de apoyo de Maduro y enviará el mensaje claro de que los estadounidenses no toleraremos la represión antidemocrática y ciertamente no la subsidiaremos».
«A menos que Estados Unidos se deshaga de los intereses corporativos turbios que permiten la corrupción y el robo electoral de Maduro, no podemos decir verdaderamente que estamos comprometidos con el pueblo venezolano», dijo la congresista.
Waltz subrayó que Maduro y sus compinches se han burlado e ignorado la voluntad electoral del pueblo venezolano, incitando a acciones violentas contra la oposición democrática.