WASHINGTON, Estados Unidos
Las economías de Latinoamérica y el Caribe registraron un sólido desempeño en la primera mitad de 2022 y a pesar de que enfrentan “importantes desafíos” para lo que resta del año, el Fondo Monetario Internacional dijo el miércoles que prevé un crecimiento levemente mayor al esperado.
El pronóstico es ahora de un crecimiento del 3% para todo el 2022, por encima del 2,5% que el FMI había proyectado inicialmente en abril.
Sin embargo, el organismo disminuyó a un 2% el crecimiento económico regional para 2023, un 0,5% menos de lo que había anticipado en abril. Entre los motivos mencionó el endurecimiento de las condiciones financieras globales, el menor crecimiento mundial, la presión inflacionaria, la creciente tensión social y la inseguridad alimentaria.
Las perspectivas de crecimiento del FMI para Latinoamérica en 2022 son más positivas que el 2,5% que proyectó el Banco Mundial y el 1,8% previsto por la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL).
Se trata de niveles similares a los de más de una década atrás y bastante por debajo del 6,9% de 2021, cuando la economía regional repuntó tras la fuerte contracción provocada por la pandemia de coronavirus.
El alza de los precios de las materias primas después de una fuerte caída en la pandemia fue fortalecida aún más por la guerra en Ucrania, y ha ayudado en la recuperación de los países que exportan materias primas —entre ellos algunos de Sudamérica—, pero ha tenido un impacto negativo en los que dependen de las importaciones de materias primas, entre ellas las naciones de Centro América y del Caribe que se sustentan sobre todo por la actividad turística.
El FMI dijo que, entre las economías más grandes, Chile y Colombia han visto un repunte dinámico impulsado por el crecimiento de los servicios a finales de 2021. México, en tanto, aún no ha vuelto a los niveles económicos anteriores a la pandemia.
Centroamérica, Panamá y la República Dominicana, por su parte, ya han superado los niveles pre-pandémicos alentadas sobre todo por la rápida recuperación de la economía estadounidense. (I)