QUITO, Pichincha
El destino del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), que por contrato debe pasar a manos del Estado, luego de 20 años de concesión, se define en estos días. Ya existe un plan diseñado desde el Ministerio de Energía, que según se conoció extraoficialmente sí incluye la reversión del OCP al Estado, hasta el 31 de julio próximo.
Así lo comentó Julio Rivera, experto petrolero, quien analizó los posibles escenarios y la problemática que envuelve al OCP, con capacidad para 450.000 barriles, pero que actualmente solo transporta 200.000 barriles.
De acuerdo con lo que ha conocido Rivera, el plan del ministerio prevé que hasta el 31 de julio, cuando se daría la reversión, la empresa privada demuestre que este activo está en óptimas condiciones y cumple los parámetros que se establecieron en el contrato.
Diseño del ducto
El problema es que, en primera instancia, el ducto debía estar diseñado para el transporte de 450.000 barriles, pero al momento de hacer las variantes por efectos de la erosión regresiva del río Coca, el diámetro de la tubería que se usó fue de menor diámetro al requerido inicialmente.
El traspaso de OCP será integral: infraestructura y la empresa en sí. Una vez que esto suceda se podría pensar en delegar la administración. Para esta decisión se tomará en cuenta una política general de transporte, en el que se pueda utilizar toda la capacidad del OCP.
Aunque existe este plan, Roberto Luque, el ministro de Transporte que hasta hace pocos días estaba encargado de la cartera de Energía, sobre el OCP dijo que se está negociando con la empresa.
Reversión al Estado
También había asegurado que mucha gente quiere que regrese al Estado, pero que el Gobierno no estaría de acuerdo con ello. Agregó que el OCP debe clarificar qué inversiones va a hacer.
Aunque también dejó abierta la posibilidad de licitar y aseguró que se han pedido más ofertas a operadores. Sin embargo, dijo, hay problemas de tiempo, porque el contrato está a las puertas de caducarse.
Sobre el tema, Rivera considera que la seguridad jurídica y los contratos deben cumplirse, por lo que está de acuerdo con que el Estado finalice el contrato con el OCP para que se produzca la reversión, pero realizando las verificaciones técnicas del caso.
Explica que, si bien en la actualidad el OCP solo transporta 200.000 barriles, se contrató un ducto que permita el transporte de 450.000 barriles. Con base en este volumen fue la inversión y también el cobro de la tarifa que ha estado pagando el país por el transporte.
Y dice que al haber puesto una tubería de menor diámetro, lo que se consiguió fue reducir la capacidad.
Una vez que el OCP esté en manos del Estado, se debe decidir qué sucederá con él y cómo aprovecharlo de la mejor manera.
De acuerdo con Rivera, una opción podría ser que se quede en manos estatales o que se haga una concesión o delegación de la administración. El tema por analizar es que la producción petrolera del Ecuador llega actualmente a entre 450.000 y 500.000 barriles. Sin embargo, con la salida del ITT, seguramente, esta producción bajaría. (I)