BRUSELAS, Bélgica
Los vehículos nuevos con motor de gasolina y diésel tendrán que dejar de venderse en 2035. Con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones, el Parlamento Europeo ha aprobado este martes el proyecto de reglamentación que saca adelante esta prohibición.
De esta manera, el Parlamento da el visto bueno definitivo al acuerdo alcanzado ya entre la Comisión y el Consejo Europeo. El objetivo de la medida es reducir las emisiones de CO2.
No obstante, habrá un proceso de adaptación que se divide en dos tramos. En el primero, es que de aquí a 2030 se reduzcan un 55% para automóviles nuevos y 50% para furgonetas nuevas. El segundo va hasta 2035 y establece un objetivo de reducción del 100%.
Por otro lado, se exigirá a los nuevos camiones que reduzcan sus emisiones en un 90% de aquí a 2040. (I)