GUAYAQUIL, Guayas
La barcaza eléctrica Emre Bey, de bandera turca y operada por Karpowership, ha experimentado una caída en su producción a 12 MW debido a problemas logísticos. Sin embargo, ha alcanzado un hito significativo al cumplir un mes de producción continua, generando entre 101 y 104 megavatios para el Sistema Nacional Interconectado (SNI).
El problema logístico que afectó a la barcaza se debió a retrasos en el suministro de combustible. El buque de abastecimiento, María del Carmen VI, enfrentó demoras en la Refinería de Esmeraldas y dificultades durante su trayecto hacia Guayaquil, donde solo puede acceder en marea alta. Esta situación provocó que la producción de energía de la barcaza cayera temporalmente a 12 MW.
A pesar de esta disminución, la generación de entre 101 y 104 megavatios es suficiente para abastecer aproximadamente 500,000 hogares ecuatorianos, beneficiando a alrededor de 1.6 millones de personas. No obstante, su operación no ha estado exenta de complicaciones.
Karpowership
Nelson Jaramillo, portavoz de Karpowership, explicó que, aunque el Emre Bey puede operar a una capacidad máxima de 104 MW, puede alcanzar hasta 110 MW mediante un ciclo combinado. Sin embargo, como cualquier planta termoeléctrica, la barcaza requiere mantenimientos regulares que pueden reducir su producción a 85 MW durante períodos de 4 a 6 horas, especialmente en momentos de menor demanda.
El 25 de septiembre, la barcaza enfrentó una vulnerabilidad significativa cuando la producción cayó a 12 MW debido a los problemas de suministro de combustible. Para mitigar esta situación, Karpowership ha implementado soluciones correctivas, incluyendo la contratación de un segundo barco de abastecimiento, el Armonía, que garantiza un flujo constante de fuel oil. Este nuevo barco realiza transferencias en la isla Puná, mejorando así la disponibilidad de combustible para la barcaza.
Jaramillo destacó que la operación del Emre Bey es una de las más modernas del país y que las reducciones de producción durante los mantenimientos están en línea con las normativas, permitiendo una disminución de hasta el 20%. Sin embargo, el Gobierno ecuatoriano ha optado por no contratar una segunda barcaza, argumentando que no cumplía con los requisitos técnicos y ambientales necesarios. En su lugar, se están considerando alternativas más pequeñas, como motores móviles de hasta 20 MW, que se transportarán en aviones Hércules para una implementación rápida.
Con el plan de trasladar la barcaza a su ubicación definitiva en Las Esclusas en los próximos 35 días, queda la pregunta: ¿será suficiente esta estrategia para garantizar la estabilidad energética en un país que enfrenta una crisis prolongada? (I)
