
Por Franklin Moreno Quezada
Es la hora de una férrea unidad nacional contra el narcoterrorismo que quiere apoderarse y destruir nuestra dignidad y nuestro Estado.
Los poderes del Estado, incluyendo a la Asamblea Nacional, la Función Judicial, deben pronunciarse, uno por uno, sobre su posición frente a las acciones y consecuencias del terrorismo.
Los partidos y movimientos políticos, al igual que los entes clasistas y los organismos públicos y privados deben pronunciarse con firmeza y transparencia.
El presidente Noboa ha declarado que afrontamos un conflicto armado interno ya que la criminalidad organizada y el narcotráfico pretenden destruir la seguridad interna, la ética y la moral pública con violentos actos, reiterados y simultáneos que secuestran, asesinan inocentes ciudadanos, menores de edad, destruyen bienes, utilizan explosivos, tacos de dinamita y fuego.
Están individualizados los principales grupos terroristas.
El Derecho Internacional Humanitario protege la integridad y vida de las personas inocentes que no participan del conflicto.
Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional deben emplear todos los medios necesarios para neutralizar el terrorismo hasta aniquilarlo.
Todos los ciudadanos en defensa de nuestra integridad y vida debemos precautelar a nuestras familias. (O)