QUITO, Pichincha
El Gobierno reforzó su estrategia contra el crimen organizado al confirmar que todos los detenidos por sicariato ingresarán directamente a la Cárcel del Encuentro, ubicada en Santa Elena, un complejo de máxima seguridad con capacidad para 800 personas.
El ministro del Interior, John Reimberg, explicó que la decisión forma parte de un nuevo protocolo para aislar a los cabecillas y operadores de estructuras criminales. Reimberg indicó que el Ejecutivo prioriza la ruptura total de vínculos entre los sicarios y sus redes externas, un punto crítico identificado en las evaluaciones de seguridad penitenciaria.
Según información oficial, el centro opera actualmente por debajo de su capacidad total, lo que facilita el control interno y la clasificación de perfiles de alto riesgo, provenientes de distintas bandas delictivas.
El Gobierno destaca que este sistema permitió trasladar meses atrás a 300 privados de libertad, incluidos criminales con historial de violencia extrema.
Nuevo megacentro penitenciario en planificación
Reimberg adelantó que el Ejecutivo analiza la construcción de una megacárcel para más de 15.000 reclusos, un proyecto que incluirá anillos de seguridad reforzados, accesos blindados y tecnología de vigilancia de última generación. Aunque evitó revelar la provincia, aseguró que el modelo replicará estándares internacionales de control penitenciario.
“El país necesita infraestructuras robustas para impedir que los delincuentes sigan operando desde las prisiones. Este proyecto ya avanza y cuenta con maquetas aprobadas”, señaló el ministro.
Más operativos y control fronterizo
El Ministerio del Interior reportó 57.000 operativos de control migratorio en los últimos dos años. Como resultado, las autoridades registraron más de 4.000 inadmisiones en puertos, aeropuertos y pasos fronterizos, además de detecciones de personas con alertas de Interpol.
Reimberg insistió en que la lucha contra el crimen requiere un sistema judicial más firme, porque numerosos detenidos abandonan las cárceles en lapsos cortos, lo que afecta el trabajo de las fuerzas de seguridad. (I)
