QUITO, Pichincha
Daniel Noboa firmó el pasado 20 de diciembre de 2024 un decreto que flexibiliza las normas para el uso de gas licuado de petróleo (GLP) en taxis amarillos. La medida incluye la eliminación de restricciones para implementar nueva infraestructura de comercialización y ajustes en la asignación de GLP, decisiones que buscan resolver problemas de abastecimiento y mejorar la productividad del sector.
Desde junio de 2024, la comercialización de GLP para taxis estaba limitada debido a políticas para reducir subsidios en combustibles como la gasolina Extra y Ecopaís. Sin embargo, el decreto 488, firmado en Guayaquil, elimina estas restricciones argumentando que la saturación en las estaciones de distribución genera largas filas, pérdida de tiempo para los conductores y riesgos de inseguridad.
Además, el Gobierno elimina el sistema de cupos que regulaba el suministro de GLP para los taxis. Antes, la cantidad de gas asignada no podía exceder un promedio mensual preestablecido. Ahora, la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ARCH) supervisará la distribución de GLP para evitar abusos y garantizar el suministro.
Este cambio también habilita la instalación de nueva infraestructura para la comercialización de GLP, una opción prohibida previamente. Según el Gobierno, esto mejorará la logística para los taxistas y reducirá el impacto de la saturación en puntos de venta existentes.
La flexibilización plantea interrogantes clave: ¿cómo garantizará el Estado que el uso de GLP por los taxis no afecte la disponibilidad para los hogares que dependen del gas doméstico? (I)
