
OTAVALO, Imbabura
Ecuador cumplió el 24 de septiembre de 2025 su tercer día de paro nacional en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel. El Gobierno informó que al menos 60 personas fueron detenidas durante los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden en distintas provincias del país.
El presidente de la Conaie, Marlon Vargas, ratificó desde Pastaza que las movilizaciones continuarán “hasta las últimas consecuencias”, mientras instó a las bases amazónicas a sumarse a las protestas. Quito registró marchas estudiantiles y una vigilia en la Unidad de Flagrancia, en respaldo a los detenidos.
En Otavalo, Imbabura, la presencia del presidente Daniel Noboa generó tensión. El mandatario llegó en la madrugada bajo fuerte resguardo militar y policial, y durante un evento en un coliseo acusó a los líderes de las protestas de cometer “actos de terrorismo disfrazados de manifestación”. Horas después, circularon videos en los que se observaría su salida en helicóptero, aunque las autoridades no confirmaron la información.
El ministro del Interior, John Reimberg, detalló que entre los detenidos hay extranjeros vinculados a presuntos grupos delincuenciales y que en Otavalo la justicia dictó prisión preventiva para 12 personas acusadas de terrorismo tras atacar un cuartel policial.
La Presidencia, por su parte, destacó que 13 cantones de Azuay respaldaron al Gobierno y recordaron que la eliminación del subsidio busca frenar actividades ilegales que afectan al medio ambiente.
Noboa frente al paro
La gestión del presidente Daniel Noboa en medio del paro refleja un estilo de confrontación directa con los dirigentes indígenas, al calificarlos como responsables de “terrorismo”. Si bien su estrategia busca proyectar firmeza y evitar que la protesta paralice al país, este discurso puede profundizar la división social y alejar opciones de diálogo.
El despliegue militar y policial en zonas conflictivas evidencia control territorial, pero también aumenta las denuncias de uso excesivo de la fuerza. Noboa ha logrado respaldo de alcaldes y sectores productivos, aunque enfrenta el desafío de contener el descontento en la Sierra y la Amazonía, donde la Conaie mantiene fuerte influencia.
El éxito de su manejo dependerá de su capacidad para equilibrar orden público y apertura al diálogo, sin caer en excesos represivos que lo debiliten políticamente ni en concesiones que cuestionen la coherencia de sus medidas económicas. (I)