
GUAYAQUIL, Guayas
Con comparsas coloridas, música vibrante y el entusiasmo de los ciudadanos de Guayaquil, la Gobernación del Guayas inauguró oficialmente las festividades por los 490 años de fundación de Guayaquil.
El tradicional pregón juliano llenó de alegría las calles del centro de Guayaquil, reafirmando el espíritu dinámico y resiliente de una ciudad que, con orgullo dice que: ¡No tiene tiempo que perder!
Desde las primeras horas del día, más de 1.500 estudiantes de la Zona 8 desplegaron todo su talento y amor por su ciudad con pancartas, trajes típicos y banderas ondeando al ritmo de bandas musicales.
Las bandas musicales de los colegios Eloy Alfaro, Aguirre Abad, Vicente Rocafuerte, entre otros, marcaron el ritmo a lo largo de la Avenida Nueve de Octubre.
Los tambores
Al son de los tambores, trompetas y las banderas de Guayaquil y del Ecuador, ofrecieron su mejor concierto ante el aplauso de los ciudadanos que se apostaron en el Boulevard porteño.
«A los tiempos se ve a los cachiporreros, liderando las bandas colegiales», decia Martha Pinzón, una ciudadana que observaba el desfile juliano.
Este recorrido fue encabezado por la gobernadora del Guayas, Zaida Rovira Jurado, coordinadores zonales, moradores de barrios populares, agrupaciones culturales, padres de familias y la banda musical de la Policía Nacional, que convirtieron la jornada en una verdadera fiesta ciudadana.
La caminata arrancó en el Parque Centenario y recorrió el corazón de Guayaquil hasta llegar a la Plaza de la Administración. Ahí, la gobernadora Rovira, saludó con calidez a los asistentes, destacando la fuerza colectiva que impulsa a Guayaquil hacia adelante.
Entregan caricatura
Entre los momentos más emotivos del evento, destacó la entrega de una caricatura realizada por el artista plástico Ricardo Iván Puebla a la gobernadora del Guayas.
Asimismo, la feria “Herencia Viva Afro” puso en valor las raíces de la comunidad afroecuatoriana, sumando tradición y diversidad a esta celebración.
Guayaquil celebra con paso firme y alegría contagiosa. Porque esta ciudad fue hecha para avanzar, soñar y brillar. Hoy, con 490 años de historia, el mensaje es claro: la Perla del Pacífico está más viva que nunca. (I)
