
QUITO, Pichincha
Pachakutik se ve privado de presentar candidatos a asambleístas nacionales debido a una decisión del Tribunal Contencioso Electoral (TCE). Guillermo Churuchumbi, coordinador del movimiento, afirma que hay «actores interesados en perjudicarlos».
El movimiento plurinacional Pachakutik parece resignado a no contar con representantes en las elecciones generales de febrero de 2025. El TCE, el 23 de octubre, desestimó un recurso legal que buscaba anular la resolución del Consejo Nacional Electoral (CNE), que no aprobó sus listas.
Esto obliga a Pachakutik, vinculado a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), a ajustar sus expectativas sobre el número de legisladores que deseaban para el periodo 2025-2029. Su objetivo inicial era alcanzar al menos tres asambleístas nacionales y contar con una bancada similar o superior a la de 2021, cuando lograron 27 curules, buscando así mejorar sus pobres resultados en las elecciones anticipadas de 2023, donde solo obtuvieron cuatro asientos.
¿Estamos ante el ocaso de Pachakutik?
Al contrario. Estamos acumulando experiencia y aprendizajes. Pachakutik representa no solo al movimiento indígena, sino también a las luchas sociales y populares.
¿Hasta cuándo seguirán «acumulando experiencia»?
Con esta experiencia, regresaremos a nuestros territorios. Contamos con listas de asambleístas inscritas en 22 provincias, incluso en el extranjero, lo que nos permitirá reforzar nuestra presencia y propuestas.
¿Se trata solo de ataques externos o hay errores internos?
Son principalmente provocaciones externas que, en los últimos 25 años, han buscado dividir la lucha social del movimiento indígena y otros sectores.
¿No hay autocrítica?
Sí, y por eso estamos en un proceso de renovación y reorganización, regresando al proyecto original de Pachakutik: la lucha por un Estado plurinacional.
¿Esto debilita aún más la candidatura presidencial de Leonidas Iza?
Leonidas Iza es un líder reconocido, incluso internacionalmente, y eso genera interés en atacarlo y fragmentar el movimiento. El movimiento indígena tiene la capacidad moral y política para movilizar al país.
¿Es suficiente para capitalizarlo electoralmente?
Contamos con una base electoral en seis prefecturas, más de 200 juntas parroquiales y 25 alcaldías que trabajan en el territorio. Tenemos experiencia local y estamos listos para asumir a nivel nacional.
¿Harán un último intento en el TCE o se resignan a no tener listas de asambleístas nacionales?
Estamos analizando con nuestros equipos legales los pasos a seguir, pero en una reciente reunión de consejo político, se decidió intensificar el trabajo en las comunidades para respaldar a los candidatos provinciales. (I)
