QUITO, Pichincha
Desde 2021, el IESS ha desembolsado USD 2.481 millones a prestadores externos por servicios médicos para sus afiliados, jubilados y pensionistas. De ese total, USD 1.281 millones se destinaron a 35 hospitales, clínicas y dispensarios privados en el país.
Sin embargo, destaca el caso del odontólogo colombiano Juan Carlos Nicholls, cuyo holding de empresas facturó USD 238 millones en ese periodo, más del doble de lo pagado a la Junta de Beneficencia o Solca, los principales prestadores hospitalarios.
La Junta de Beneficencia, que opera hospitales especializados como Luis Vernaza y Roberto Gilbert, recibió USD 109 millones desde 2021 por cirugías y trasplantes derivados por el IESS. Mientras tanto, Solca, encargada del tratamiento de enfermedades catastróficas, cobró USD 101 millones. En contraste, las nueve empresas del holding de Nicholls, entre ellas Servident, Intricalmedsa y Medisfarmaco, concentraron pagos masivos. Servident, por ejemplo, recibió USD 56.7 millones, e Intricalmedsa, USD 45.6 millones.
Los pagos a estos prestadores han generado inquietudes entre clínicas privadas y asociaciones de salud. César Serrano, presidente de la Asociación de Prestadores Externos, denunció retrasos en los pagos y temor a represalias por parte del IESS, lo que impide a muchas clínicas exigir sus derechos.
Mientras tanto, el IESS asegura haber implementado un “modelo matemático” para priorizar pagos según la complejidad de los servicios y el tiempo de deuda, aunque las clínicas cuestionan su transparencia.
El manejo financiero del IESS pone en evidencia desigualdades en la asignación de recursos y genera dudas sobre sus criterios de auditoría y pago. Es fundamental que la entidad brinde mayor claridad en sus procesos para garantizar un trato justo a todos los prestadores y una atención eficiente a los afiliados. (I)
