
QUITO, Pichincha
El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) proyecta un gasto de USD 6.785 millones en pensiones para 2025, lo que representa un aumento de USD 410 millones respecto al año anterior. Este incremento responde al crecimiento del número de jubilados, que actualmente supera los 700.000, con 40.000 nuevos beneficiarios desde 2023.
Mientras los ingresos por aportes de afiliados activos apenas alcanzarán USD 3.326 millones, el IESS dependerá de la transferencia estatal del 40% para cubrir las pensiones. Sin embargo, el Ministerio de Economía y Finanzas asignó solo USD 2.283 millones de los USD 3.344 millones solicitados, dejando un déficit de USD 1.057 millones.
Para compensar esta brecha, el IESS planea utilizar USD 1.261 millones de los ahorros administrados por el Banco del IESS (Biess). Esta desinversión genera preocupación, ya que podría afectar la sostenibilidad financiera de la institución, reducir los fondos disponibles para préstamos hipotecarios y quirografarios, y poner en riesgo prestaciones futuras.
En su presupuesto, el IESS advierte que, si las transferencias estatales son menores a las previstas, podría requerir mayores desinversiones, comprometiendo aún más sus reservas. Además, urge al Estado saldar deudas acumuladas de años anteriores para aliviar la presión financiera.
¿Podrá el IESS mantener la sostenibilidad de sus fondos frente al constante aumento de pensionistas y las insuficientes transferencias estatales? La dependencia de desinversiones plantea dudas sobre la capacidad de la institución para garantizar a largo plazo las prestaciones de sus afiliados y jubilados. (I)
