Jorge Icaza Coronel y su primera novela “Huasipungo”

jorge-icaza-coronel-y-su-primera-novela-huasipungo-ecuador221.com_.ec_ Jorge Icaza Coronel y su primera novela “Huasipungo”

GUAYAQUIL, Guayas

Escritor y novelista ecuatoriano, máximo representante junto con Alcides Arguedas y Ciro Alegría del ciclo de la narrativa indigenista del siglo XX. Su infancia transcurrió en el latifundio de su tío, donde entró en contacto con la realidad social ecuatoriana que marcó toda su obra.

Después de abandonar los estudios de medicina, hizo algunos cursos de declamación y se convirtió en actor, lo cual le dio oportunidad de recorrer su país y descubrir la situación infrahumana del indio.

Contrajo matrimonio con la actriz Marina Montoya, y se inició como autor dramático, pero sus obras no tuvieron éxito, excepto tal vez Flagelo (1936).

La fama de Jorge Icaza se debe a su obra narrativa, que comenzó con el libro de cuentos Barro de la Sierra (1933), en la que ya se hace patente el tema que atravesó todos sus escritos: la situación del indio ecuatoriano.

En 1935 ganó el Premio Nacional de Literatura en su país con la novela En las calles (1935); en ella narra la situación del indio perdido en la ciudad, lugar donde sus protestas se esfuman sin alcanzar nunca las altas esferas del gobierno.

Icaza es una figura sobresaliente del indigenismo en la narrativa ecuatoriana: en su primera novela, Huasipungo (1934), expone la degradada situación en que se encuentran los indios, sometidos a esclavitud por los patronos que cuentan con el apoyo de la autoridad civil y eclesiástica; este libro, de valiente denuncia social y crudo realismo (constantes de la narrativa de Icaza), se ha convertido en una obra fundamental en la evolución de la corriente indigenista del Ecuador. Con él, la novela ecuatoriana entra de lleno en la tendencia del compromiso social de la novelística actual.

Investigación:

Ermel Aguirre González, tomado de la Colección “OBRAS COMPLETAS”.

Editorial ABC/Guayaquil.

Debemos reconocer, que gracias a la obra “Los que se van”, escrita por tres jóvenes guayaquileños, Joaquín Gallegos Lara, Demetrio Aguilera Malta y Enrique Gil Gilbert, quienes inician la narrativa del realismo social, apegada al lenguaje crudo, auténtico de los personajes, que fue cuestionado por los medios de comunicación y la crítica; los elogios y reconocimientos vinieron de afuera, en especial del doctor Benjamín Carrión, de quien conocí una interesante anécdota, señala Ermel Aguirre.

  • Me encontraba de embajador en Paris, siempre asistía a los actos sociales con diplomáticos de varios países, en donde ellos ponderaban de sus escritores y obras recientes; en cambio de mi país nada podía aportar (con las últimas obras de Montalvo, Mera y otros, el campo literario, en los inicios del siglo XX en Ecuador, se había convertido en un cementerio) de pronto me llega un librito muy modesto de “yapa” mal encuadernado bajo el título “Los que se van”.

Esa noche me puse a leer y no paré hasta terminar. De la emoción, salté de mi cama, y exclamé eufórico: -!Carajo!, acaba de nacer la nueva narrativa ecuatoriana.

El notable personaje, no se equivocó. desde allí, los escritores ecuatorianos, rompieron la camisa de fuerza de la teoría literaria española, que limitaba y empezaron a escribir con el lenguaje auténtico del pueblo; la producción literaria ecuatoriana se enriqueció con obras interesantes e importantes, entre ellas:

– “Plata y Bronce”, Fernando Chávez; “Juyungo”, Adalberto Ortiz; “Cruces sobre el agua”, Joaquín Gallegos Lara; “Baldomera”, Alfredo Pareja Diezcanseco; “Don Goyo”, Demetrio Aguilera Malta; “Los Sangurimas”,  José de la Cuadra; “Nuestro Pan”, Enrique Gil Gilbert; entre otros importantes escritores que empezaron a escribir.

Narradores importantes considerados como abanderados del tema aborigen son Fernando Chávez, autor de la novela “Plata y bronce”, (pionera en Ecuador); Jorge Icaza “Huasipungo”; también el boliviano Alcides Arguedas y los peruanos Ciro Alegría y José María Arguedas, considerados los máximos representantes de la narrativa amerindista del siglo XX.

Jorge Icaza, después de cumplir una fructífera labor intelectual, falleció en su ciudad natal, el 26 de mayo de 1978.

Trayectoria literaria

Su labor literaria comenzó con el libro de cuentos “Barro de la sierra” (1933), en la que ya se vislumbraba su afición por el tema amerindio.

En su primera novela, Huasipungo (1934), expone la situación en que se encuentran los nativos sometidos a esclavitud por los patronos que cuentan con el apoyo de la autoridad civil y eclesiástica.

Obra considerada de denuncia social y crudo realismo (constantes de la narrativa de Icaza), se ha convertido en una obra fundamental en la evolución de la corriente amerindista de Ecuador. Con él, la novela ecuatoriana entra de lleno en la tendencia del compromiso social de la novelística actual.

OBRAS

Novelas: Huasipungo (1934). Quito, Imprenta Nacional; En las calles (1935), Quito, Imprenta Nacional; Cholos (1938), Quito, Litografía e Imprenta Romero; Media vida deslumbrados (1942), Quito, Editorial Quito; Huairapamushcas (1948), Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana; El chulla Romero y Flores (1958), Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana; y Atrapados (1972), Buenos Aires, Losada.

Cuentos; Barro de la sierra (1933), Quito, Editorial Labor; Seis relatos (1952), (posteriormente publicada con el título “Seis veces la muerte”, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Teatro: “El intruso» (1928); “La comedia sin nombre» (1929); “Por el viejo» (1929) (Puestas en escena, sin publicar, los manuscritos están actualmente perdidos); ¿Cuál es? y Como ellos quieren (1931), Quito, Editorial Labor; Sin sentido (1932), Quito, Editorial Labor; y, Flagelo (1936), Quito, Imprenta Nacional. (I)

Compartir

Shares

Post Author: David Jaramillo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *